sábado, 29 de marzo de 2014

Ridley Scott: Black Rain, violencia con estilo y La Plaga de Neus Ballús conquista los Premios Gaudí

Cinematográfica

Interesante, Ridley Scott: Black Rain, violencia con estilo - 28/02/2014 4:00:13

" Como ya sucediera con los dos filmes que le colocaron en una posición que aún hoy nos obstinamos a que siga manteniendo a pesar de lo mucho que su trayectoria habla en contra de tales deseos, lo cómodo que Ridley Scott se había encontrado en los terrenos del thriller a los que se adscribía aunque ya vimos con qué entidad "La sombra del testigo" ("Someone to Watch Over Me", 1987) fue lo que llevó al cineasta británico a aceptar ponerse al frente de este filme de encargo que, con guión ya cerrado había sido rechazado en última instancia por Paul Verhoeven.
"Black Rain" (id, 1989) se convertía así en el sexto título de la filmografía de Scott y, en comparación con su inmediato predecesor, supone una cierta recuperación de formas que, no obstante, siguen sin ser capaces de rescatar ni el nervio narrativo ni el pleno talante estético que sus dos mejores cintas habían ostentado, por más que en la que hoy nos ocupa, gran parte de la acción se desarrolle en una Osaka que no oculta sus tremendas similitudes con esa Los Ángeles futurista que habíamos visto siete años antes en "Blade Runner" (id, 1982).
De puntos débiles…

Comparaciones a parte, resulta curioso que a la hora de elegir sus proyectos, Scott siga inclinándose por producciones en las que los protagonistas quedan enmarcados sin ningún tipo de rubor en los arquetipos más sonrojantes, llámense éstos aquellos que, en el caso del presente filme, atañen a los "buenos", interpretados por Michael Douglas, Andy García y Ken Takakura que ya interviniera en ese filme al que "Black Rain" le debe tanto que es el "Yakuza" de Sidney Pollack, o el que corresponde al villano de la función encarnado por Yutsaku Matsuda, un yakuza histriónico, chulesco y psicópata que entronca muy bien con el perfil de los villanos caricaturescos que casi siempre han poblado los filmes de Scott.
Y cuidado, que con esa descripción no quiero menospreciar lo que las némesis de los protagonistas de las cintas del británico ponen en juego en sus respectivas intervenciones algunas memorables sino más bien volver a señalar que, con los intereses del cineasta fijados en los aspectos puramente estéticos del séptimo arte la importancia que Scott reserva a sus personajes es prácticamente inexistente, descansando el mejor o peor funcionamiento de los mismos en las interpretaciones de los actores y en lo que el guión pueda desarrollar.
Tanto es así que el Nick Conklin que Michael Douglas interpreta en "Black Rain", y cuya situación personal y profesional se dibuja con unos trazos mínimos, se aparta muy poco del prototipo de policía de vuelta de todo que en los años ochenta podíamos ver mucho mejor definido en las pieles de Bruce Willis o Mel Gibson, careciendo el que aquí da vida Douglas de la precisa definición que sí podíamos encontrar en John McClane o Martin Riggs sin que, no obstante, ello redunde de forma negativa en un personaje con el que, gracias al buen hacer del actor, resulta fácil simpatizar.
Lo mismo pasa con García y Takakura, dos personajes de aún más parco desarrollo lo de García es de risa que, sin embargo, son objeto de una mirada más cálida de la que Scott suele arrojar sobre sus protagonistas, algo que no sucede ni con Sato ni con esa mujer escaparate a la que da vida Kate Capshaw, un personaje éste que se podría haber eliminado perfectamente del argumento sin que la cinta hubiera sufrido ni un ápice en su funcionalidad.
…y fortalezas

De todas formas, y sabiendo que al acercarnos a un filme del realizador que es objeto de este especial uno no puede pedir mucha profusión en los personajes, donde "Black Rain" no decepciona es en una configuración visual con la que, no cabe duda y como decíamos más arriba Scott intenta acercar posturas para con "Blade Runner", no siendo difícil apreciar en esos neones, en esas humaredas y en esas calles mojadas por la lluvia y fotografiadas de noche las diversas herencias del filme de ciencia-ficción protagonizado por Harrison Ford.
Además, resulta también estimable, aunque habría que preguntarse hasta que punto es un homenaje y no una solución estética más de entre la diversidad que muestra el metraje, el acercamiento en ciertos puntos de la narración al género estadounidense por excelencia; un western que se deja ver de forma temprana en ese casual desenfunde que Andy García hace de su arma en la escena del restaurante y que alcanza su paroxismo en la secuencia de éste y las motos, una escena fundamental en el devenir de la acción en la que quizás se abuse de la cámara lenta pero a la que es difícil cuestionarle su gran efectividad.
Abrazando pues de nuevo la faceta más esteta de su trabajo, Ridley Scott consigue con "Black Rain" huir de la mediocridad en la que había incursionado con su anterior producción, superando los muchos problemas de rodaje que se encontró por el camino casi todos relacionados con la dificultad de filmar en Japón y construyendo un filme de acción más que correcto que fue mejor apreciado en taquilla que el protagonizado por Tom Berenger y Mimi Rogers y que serviría de antesala al abrazo generalizado por parte de público y crítica que recibiría por su siguiente propuesta cinematográfica.
Otra crítica en Blogdecine
Críticas a la carta | "Black Rain" de Ridley Scott
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Que opina? La Plaga de Neus Ballús conquista los Premios Gaudí - 03/02/2014 5:40:23

" A tan sólo una semana de que la Academia de las Artes Cinematográficas de España entregue sus Premios Goya el 9 de febrero , la Academia de Cine Catalana entregaba sus propios galardones, los Premios Gaudí, en Barcelona en una ceremonia que se vio afectada por la huelga de la TV3 y que impidió que la gala se retransmitiera en directo por televisión. Aún así, la gala presentada por Ángel Llacer fue sobre ruedas y sobre todo, llena de sorpresas y es que la gran triunfadora de la noche fue la fantástica "La Plaga", el debut en el largo de Neus Ballús, que se alzó con el título de Mejor Película.
Por su parte, el thriller fantástico "Los últimos días" de los hermanos Pastor que competía por 11 estatuillas, logro hacerse con 7 incluyendo el de Mejor Película en Lengua no catalana. Pero sin duda, los dos momentos más emocionantes de la noche los protagonizaron la actriz Julieta Serrano, quien recibió el Premio Honorífico y el actor Eduard Fernández al recordar al actor Philip Seymour Houffman, fallecido en la tarde de ayer.
La lista completa de nominados tras el salto.
Mejor Película
-"Barcelona, noche de verano"
-"Hijo de Caín"
-"La plaga"
-"Todos queremos lo mejor para ella"
Mejor película en lengua no catalana
-"El cuerpo"
-"El muerto y ser feliz"
-"Grand Piano"
-"Los últimos días"
Mejor Director
-Àlex y David Pastor, "Los últimos días""
-Jordi Cadena, "La por (El miedo)"
-Mar Coll, "Todos queremos lo mejor para ella"
-Neus Ballús, "La plaga"
Mejor Guión
-"Los últimos días"
-"La por"
-"Todos queremos lo mejor para ella"
-"La plaga"
Mejor Protagonista Femenina
-Candela Peña, "Ayer no termina nunca"
-Ingrid Rubio, "La estrella"
-Nora Navas, "Todos queremos lo mejor para ella"
-Vicky Peña, "Un berenar a Ginebra"
Mejor Protagonista Masculino
-David Solans, "Hijo de Caín"
-Eduard Fernández, "Todas las mujeres"
-Javier Cámara, "Ayer no termina nunca"
-José Sacristán, "El muerto y ser feliz"
Mejor Dirección de Producción
-Aritz Cirbián, "Otel.lo"
-Ivan S. Mas, "Hijo de Caín"
-Josep Amorós, "Los últimos días"
-Oriol Maymó, "Món petir"
Mejor Película Documental
-"Bajarí"
-"Los recuerdos de hielo"
-"Món petit (Mundo pequeño)"
-"Serrat y Sabina: El símbolo y el cuate"
Mejor Cortometraje
-"Godka Cirka (Un forat al cel)"
-"La gallina"
-"Sequence"
-"Wings"
Mejor Telefilme
-"Carta a Eva"
-"Concepción Arenal, "La vestidora de presons"
-"Desclassificats"
-"Olor de Col?nia"
Mejor Dirección Artística
-Alain Bainée, "Mindscape"
-Balter Gallart, "Los últimos días"
-Sebastian Vogler i Mihnea Mihailescu,"Hist?ria de la meva mort"
-Sylvia Steinbrecht, "3 bodas de más"
Mejor Actriz Secundaria
-Àgata Roca, "Todos queremos lo mejor para ella"
-Hist?ria de la meva mort, "La estrella"
-Clara Segura, "Todos queremos lo mejor para ella"
-Maria Molins, "Hijo de Caín"
Mejor Actor Secundario
-José Coronado, "Hijo de Caín"
-Pau Dur?, "Todos queremos lo mejor para ella"
-Ramon Madaula, "La por"
-Sergi López, "Ismael"
Mejor Montaje
-"Hijo de Caín"
-"La por"
-"Barcelona, nit d"estiu"
-"La plaga"
Mejor Musical Original
-"Los últimos días"
-"Barcelona, nit d"estiu"
-"Món petit
-Grand Piano"
Mejor Fotografía
-"Los últimos días"
-"La plaga"
-"Hist?ria de la meva mort"
-"La por""
Mejor Vestuario
-"Hist?ria de la meva mort"
-"Hijo de Caín"
-"Los últimos días"
-"Grand Piano"
Mejor Sonido
-"Grand Piano"
-"Hijo de Caín"
-"El cuerpo"
-"Los últimos días"
Mejores Efectos Especiales/Digitales
-"Grand Piano"
-"El cuerpo"
-"Los últimos días"
-"Mamá"
Mejor Maquillaje y Peluquería
-"Grand Piano"
-"Todos queremos lo mejor para ella"
-"Hist?ria de la meva mort""
-"Los últimos días"
Mejor Película Europea
-"Amor" de Michael Haneke
-"Hannah Arendt"
-"La herida"
-"La vida de Ad?le"
Vía | Los Extras
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Que opina? Entrevista a Marta Etura: El cine no tiene nacionalidad, pero sí identidad propia - 23/07/2013 8:13:08

" Estamos a finales de Julio y mientras las ciudades se vacían, las playas se llenan, los teatros cierran el telón hasta la próxima temporada y los cines se llenan de super producciones veraniegas. Nos aprovechamos del periodo vacacional para entrevistar a la actriz Marta Etura, que por fin se toma un respiro en su ciudad natal (San Sebastián), después de un año sin parar entre rodajes y la gira de "Return", el montaje de teatro y danza en el que compartía tablas con el bailarín Chevy Muraday.
Pocos descansos se ha debido tomar Marta Etura desde que empezó su carrera como actriz hace ya 12 años. Televisión, teatro y sobre todo, cine han llevado a esta donostiarra a convertirse en una de las actrices más valoradas e interesantes de su generación y en vice-presidenta de la Academia de Cine Española. Joaquín Oristrell, Manuel Gutiérrez Aragón, Daniel Sánchez Arévalo, Juan Antonio Bayona, Jaume Balagueró…son sólo algunos de los nombres con los que ha trabajado. Descolgad el teléfono y disfrutad de esta conversación San Sebastián , París sobre su carrera, cine, la interpretación y muchas cosas más.
"Siempre he sentido el deseo de ser actriz"
¿Cuándo decidiste que querías ser actriz?
Realmente no fue un decisión. Creo que más bien fue algo que sentía. Recuerdo que desde muy, muy pequeña siempre he sentido el deseo de ser actriz, y es un deseo que no cambió nunca.
Empezaste tu carrera con papeles intimistas, con películas tan magníficas como "Remake" o "Azuloscurocasinegro" mientras que en los últimos tiempos te has convertido en una suerte de musa del cine popular reciente , con tendencia a los géneros y a cierta espectacularidad: "Celda 2011", "Eva", "Mientras Duermes", "Los últimos días"….¿Algún proyecto más pequeño o dramático en el horizonte?
A lo largo de mi carrera he tenido la suerte de, dentro de las posibilidades que tenía, de poder elegir minímamente, bueno, más que de elegir de poder decir que no a las cosas donde no me apetecía estar y es verdad que en los últimos años he tenido la suerte de trabajar en proyectos que a mí me resultan muy interesantes como los que has nombrado.
Ahora, acabo de rodar "Presentimientos", la última película de Santiago Tabernero con Eduardo Noriega y es bien distinta a las películas que en las que he trabajado últimamente. Es una película de formato pequeño, de producción pequeña, rodada sólo en siete semanas y con poquitos medios y a ver qué es lo que sale de ahí…La faena es que últimamente se están haciendo películas con muy poquito tiempo y muy poquitos medios y muchas veces, son difíciles de sacar adelante bien. O no tan bien como quisiéramos.
Has sido la musa de muchos directores noveles en su primer largometraje (Daniel Sánchez Arévalo, Kike Maíllo, Eduard Cortés, los hermanos Pastor) y también has trabajado con directores consagrados (Manuel Gutiérrez Aragón, Joaquín Oristrell, Pablo Malo, Emilio Martínez Lázaro o Alfonso Albacete y David Menkes), ¿cuál es la diferencia de trabajar con realizadores que están empezando y directores más consagrados?
Pues la gran diferencia entre los directores noveles y los consagrados es eso, que tienen una gran experiencia: han rodado mucho, conocen el cine, el lenguaje cinematográfico, y además de saber mucho, saben manejarse ante la adversidad y saben sortear las dificultades que surgen durante el rodaje. Un director novel, como es evidente, no tiene esta experiencia, pero lo que a mí me atrapa e interesa es su entusiasmo. Una persona que empieza tiene un entusiasmo muy grande y de alguna manera, si lo sabe contagiar al equipo (que normalmente lo consigue), termina dando muy buen resultado.
El cine es un trabajo en equipo y si el director sabe, además de dirigir, contagiar su ilusión por el trabajo, por el proyecto y por la historia que tenemos que contar todos, pues termina notándose en el resultado final.
¿Con cuál de todos ellos te gustaría volver a trabajar y por qué?
Pues me encantaría volver a trabajar con J. A Bayona, porque tuve la oportunidad de trabajar con él en "Lo Imposible" en un personaje muy, muy pequeño pero tuve la oportunidad de ver cómo trabaja y dirige y me parece un grande del cine. También volvería a trabajar con Jaume Balagueró ("Mientras duermes"), porque también me parece un grande y me encantaría repetir con Manuel Gutiérrez Aragón ("La vida que te espera"), porque fue un gustazo. Y alguno más por ahí, pero los primeros que me vienen a la cabeza, esos tres.
Muchos de tus personajes han sido muy exigentes desde el punto de vista psicológico, sobre todo el de "Mientras Duermes". ¿Cómo afronta una actriz este tipo de personajes?
Yo creo que todos los personajes los afronto igual. Me centro en lo que mi personaje aporta a la historia, en qué es lo que tiene que contar y hago siempre un trabajo de mesa en ese sentido: cuál es la historia que estamos contando, qué aporta mi personaje…así, a nivel globlal.
Luego ya, más especifícamente, hago un análisis del personaje: su recorrido a lo largo de la historia, los cambios que se producen en él. Intento darle una riqueza más allá de lo que está escrito, intento darle personalidad y por lo tanto, hacerlo más atractivo. De alguna manera, siempre intento sacar lo mejor del personaje con respecto a él mismo y a la historia.
¿Cuál ha sido tu experiencia más intensa?
¿Mi experiencia más intensa? Pues no lo sé, porque cada uno tiene su dificultad, aunque seguramente la mayor dificultad es sacar las escenas dramáticas adelante dependiendo de las circunstancias, porque a veces ruedas en un sitio cómodo donde te puedes concentrar y otras veces, ruedas en sitios más incómodos y tienes que encontrar tu hueco para concentrarte.
¿Y la más divertida?
Pues para mí fue muy divertido rodar "Mientras Duermes", aunque parezca lo contrario porque es bastante truculenta y para mi personaje, sobre todo, que es la víctima de todo ese horror. Pero luego rodando, como se rueda fraccionado y en equipo, todo es más ligero. Además, Balagueró y Luis (Tosar)siempre están haciendo gracias, lo que ayudó a que el rodaje fuera muy divertido. Al ser todo tan fraccionado, todo lo que tenía que rodar eran cosas como una escena con cucarachas o todos los despertares: tenía que ir midiendo cada despertar del personaje y como la iban drogando, dosificar todo eso y al final, todo parecía un juego muy divertido.
Y luego para mí, también fue un gran rodaje el de "La vida que te espera" de Manuel Gutiérrez Aragón. Todo el equipo estuvimos tres meses en la montaña, asilados del mundo y fue una experiencia muy grande porque era convertirse en un verdadero pallés: vivir en las montañas, llevar las vacas, aprender a segar, a ordeñar… y trabajar con actores tan potentes como Juan Diego o Luis Tosar. La verdad es que esa es una de mis experiencias más bonitas.
"Ese momento único lo graba la cámara y lo capta para siempre"
Acabas de regresar de Bulgaria donde has actuado con "Return", el proyecto de danza y teatro que llevas de gira con Chevi Muraday, un montaje con el que estarás hasta final de junio en el Matadero de Madrid. ¿Qué te aportan el teatro y la danza que no te aporta el cine y viceversa?
Son muy diferentes. El trabajo es el mismo porque el trabajo es interpretar y hacerlo con verdad y el presente, el aquí y ahora, es el mismo sólo que estás sobre el escenario o frente a la cámara. Pero evidentemente, aunque el trabajo es el mismo, el entorno y el contexto es diferente. Normalmente, una película la ruedas fuera, se rueda con un equipo de gente (mínimo en una película son 80 personas). Es un trabajo más en equipo y que puedes repetir, toma y toma, muy fraccionados.
A nivel vivencia, yo amo el cine porque es una experiencia muy intensa que vives durante tres meses, en equipo, generalmente en lugares fuera de casa, lugares bellos o exóticos o peculiares que tienen que ver con la historia que estás contando. Por otra parte, para mí, la magia del teatro es que tienes al espectador ahí mismo y puedes sentir como vive la historia contigo y eso es una sensación extraordinaria e irrepetible cada vez. Por ejemplo, en la última función de "Return", hay un momento en el que yo me meto entre bambalinas porque Chevi (Muraday) tiene un solo y entonces yo me permito escuchar el silencio del público y es muy gratificante ver como tan está atento a lo que pasa en escena y como el propio espectáculo los va atrapando. En el teatro eso es muy potente, cuando estás actuando y sientes que el público está contigo y estás haciendo el viaje con ellos, es algo muy presente, que sucede en ese momento, en ese lugar y por lo tanto es único. En cine también pasa lo mismo, sólo que ese momento único lo capta la cámara y lo graba para siempre.
Son muchos los intérpretes que en un momento de su carrera deciden dar el salto a la dirección de películas, labor que ya has ejercido en el teatro con "Invierno en el barrio rojo", ¿es ésta una experiencia que te gustaría repetir en la gran pantalla?
Si, se me ha pasado por la cabeza porque a mí me apasiona el cine, pero no es algo que tenga planteado hacer. Yo me he centrado en mi carrera como actriz, porque es lo que soy y lo que quiero ser y mi intención es ir creciendo como actriz y de alguna manera, el haber dirigido una obra de teatro, también ha sido un poco enfocado a mi crecimiento como intérprete: colocarme en la posición del director y tener una mirada externa de mi trabajo y aprender de todo eso. Es una experiencia que me ha aportado mucho a nivel profesional.
Pero sí, se me ha pasado por la cabeza dirigir cine, pero uno no debería hacer una película hasta que no tenga claro qué es lo que quiere contar. Nosotros nos dedicamos a contar historias, tanto en cine como en teatro, y creo que uno debería hacerlas cuando sabe muy bien qué es lo que quiere contar y desde el punto de vista que quiere contarlo.
Da la casualidad de que tus últimos trabajos en cine van desde el thriller a la ciencia ficción, géneros poco habituales en el cine español ("Los últimos días", "Eva", "Mientras Duermes" o la pendiente de estreno "Presentimientos") y que además, han gozado de una buena salud en la taquilla. ¿Quiere decir esto que de verdad existe una nueva ola de directores más atrevidos y dispuestos a cambiar las mentalidades de los que piensan en el cliché del cine español?
Creo que existen directores jóvenes muy, muy bien preparados, como es el caso de J. A. Bayona, de Kike Maíllo, por decir dos nombres de gente con la que he trabajado. Es una generación muy preparada, que sabe mucho de cine porque han estudiado y han visto muchísimo cine y son apasionados de esta industria…Y creo que ellos, precisamente por eso atreven a hacer cosas que igual hasta ahora no se había atrevido a hacer nuestra industria, pero creo que también tiene que ver con las nuevas técnicas que se han id desarrollando y que ahora nos podemos permitir y, por lo tanto, hacer este tipo de cosas.
De todas formas, creo que nuestra industria puede enorgullecerse de que, quizás ahora más, siempre ha sido una industria de mucha diversidad, con géneros muy diferentes. Incluso en las peores épocas de nuestra cinematografía, como la época del destape, no sólo se hacía el destape, sino que había grandes directores y grandísimas películas: Borau, Mario Camus, Berlanga…Todos hacían un tipo de cine muy, muy potente. Creo que nuestra industria siempre ha tenido grandes directores. Es verdad que lo excelente no abunda, pero eso pasa en la industria cinematográfica y en todos los oficios. Yo me enorgullezco de ver que nuestra industria siempre ha habido gente que se ha atrevido a hacer cosas diferentes. Mira Luis Buñuel lo que hacía, ¿no? De repente era un género personal y transgresor.
"No se debería hablar de cine desde un punto de vista nacional"
¿A qué crees que se debe ese prejuicio generalizado que existe hacia el cine español?
Yo creo que todos los prejuicios tienen una base de ignorancia. No se puede hablar de que el cine español sea malo, no se puede generalizar. Toda generalización lleva a error porque evidentemente hay de todo. A mí me da mucha pena y mucha rabia saber que hay gente que crítica el cine español en general y habla del cine español como si fuera un género propio. Y yo creo que el cine no tiene nacionalidad, pero si tiene identidad propia.
No se debería hablar de cine desde un punto de vista nacional sino como una industria creativa y como comentaba antes, creo que es muy diversa y como todas las industrias del mundo tiene sus películas buenas, malas, mediocres o excelentes. Incluso la americana, que es la segunda industria de cine más importante y más poderosa, tiene también muchísimas películas malas. Lo que pasa es que, evidentemente, aquí llegan las que llegan y normalmente las películas que viajan fuera son las fuertes y las que recibimos de fuera son las mejores, pero eso no significa que otras industrias no hagan malas películas igual que nosotros las hacemos. Y creo que la gente que tiene prejuicios es precisamente porque no va al cine a verlas, porque si fuera al cine, se daría cuenta de que hay películas españolas muy, muy buenas.
Como vicepresidenta de la Academia, ¿se intenta tomar alguna medida para cambiar la imagen del cine español desde dentro de la institución?
Yo creo que la Academia hace lo que tiene que hacer, que es promover el cine español, cuidar a la gente que trabaja en el cine y premiar a la gente con talento. Luego ya, lo que la gente de a pie opine, no sé, eso uno no lo puede manejar.
A mí me da muchísima pena que muchas veces los medios de comunicación se ceben con nuestra industria. Me da mucha rabia cuando se dice que el cine español está subvencionado y por lo tanto, nosotros tenemos que tener cuidado de lo que contamos o decimos… Pues mira, el cine español está subvencionado en un porcentaje muy pequeño, al revés de lo que piensa la gente, una película tiene subvención del 20% al 30% como mucho. Además, el 80% de las industrias españolas están subvencionadas: la agricultura, el sector automovilístico, la minería, el textil…Muchas de estas industrias no existirían si no estuvieran subvencionadas.
¿Eres optimista al respecto, crees que se está fraguando un cambio de imagen o es más complicado?
Yo creo que el problema de todo esto es que vivimos en una sociedad, la sociedad española, en la que no se tiene un buen concepto de la cultura y a mí me da una pena enorme. Eso hace mucho daño a la industria cinematográfica y a otras partes dentro de la cultura. Lo que pasa en nuestro país es que se menosprecia la cultura, cuando en otros países está muy bien valorada y es que realmente creo que la cultura es fundamental para una sociedad, para su bienestar.
Y es que además, se juntan muchos factores. Primero eso, que España no tiene bien valorada la cultura. Por otra parte, últimamente todo se basa en un prisma económico y eso es pésimo. Parece que todo tiene valor si se saca beneficio, y si no se saca beneficio no tiene vale la pena. Eso me parece muy triste. Evidentemente, uno no puede negar que la economía es necesaria, pero no todo es economía y no todo hay que mirarlo desde un prisma económico. Y es verdad que se crítica a la industria cinematográfica desde ahí, desde que no es rentable. Pues efectivamente, no siempre es rentable desde un punto económico, pero es que no todo se debería medir así. El cine debería también medirse desde otros niveles. Yo creo que el cine da la capacidad de hacer soñar, de pensar, de divertirte, de removerte el alma, el pensamiento…y creo que son cosas fundamentales para el espíritu del ser humano.
También tiene que ver con esta cosa de repente igual algún actor o alguna persona de la industria se posicionó en su día políticamente, y entonces ya nos meten a todos en el mismo saco y se nos castiga…en fin, creo que hay muchísimos factores que afectan a esta mala imagen del cine español, una imagen que es ficticia porque no es real que hagamos un mal cine, no es real.
Lo digo sin ningún tipo de problema porque llevo trabajando en esta industria ya doce años y he tenido la suerte de viajar fuera y conocer como funcionan otras industrias de conocer festivales de cine y fuera se tiene un muy buen concepto del cine español y es una pena que aquí no se tenga. Es un país que es capaz de apreciar el deporte y los valores que proporciona (cosa que me parece fenomenal y que no puede ser de otra manera), pero que no es capaz de valorar el cine y los valores que aporta a la sociedad y sin embargo, fuera sí que lo hacen. Ni siquiera somos capaces de valorar el talento que tenemos. Hemos tenido que esperar a ver como triunfaban fuera Almodóvar o Penélope Cruz para reconocerlos…En fin, es como que muchas veces cuando se reconoce fuera la gente dice: "Ah bueno, sí".
Pero esto no solo pasa en el cine, también en otras industrias dentro de la cultura o en un ámbito tan importante como el de la ciencia. Por ejemplo, en la danza española hay gente muy, muy potente que ha tenido que irse siempre fuera y fuera son primeras figuras de ballets internacionales. Sucede en muchos oficios y es muy triste. Y el problema no es de la industria cinematográfica, si no de la sociedad en la que vivimos.
Y para terminar, un par de preguntas ligeras ¿Quiénes son tus intérpretes favoritos? ¿Cuál fue la última gran interpretación que viste en una película?
Uf…Muchísimos. A ver, a mí me apasionan Meryl Streep, Katherine Hepburn… En España me parece un pedazo de actriz Victoria Abril, Penélope Cruz…Es que hay muchísimas y siempre que me hacen esta pregunta me quedo en blanco, porque hay tanta gente que me parece tan talentosa…
Fotografía | Marta Etura , Sitio Oficial

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Es Noticia, La mejor oferta, ese oculto objeto del deseo - 16/07/2013 8:28:45

" Uno de los grandes males del cine europeo es la inexistencia de una industria global que le permitiese competir de tú a tú con el arrollador poder de Hollywood. Los éxitos tienen a ser en exceso localistas, aunque haya excepciones como "Intocable" ("Intouchables", Olivier Nakache y Eric Toledano, 2011), y no parece existir la necesidad de sacar adelante de forma continuada largometrajes con la capacidad de gustar a los espectadores casuales, esos que a la hora de la verdad son los que realmente determinan el triunfo de una película. Sí que el inglés se utiliza cada vez más, pero en esos casos la tendencia es intentar clonar a Hollywood sin los medios suficientes y con escasa fortuna.
Sin embargo, de cuando en cuando surge una obra que nada tiene que envidiar a sus equivalentes norteamericanos, siendo el thriller el género ideal para ello. Los grandes estipendios no son necesarios, su atractivo comercial es innegable y todo queda reducido a la habilidad de su director, la efectividad del guión y el talento de sus protagonistas, a mi entender los ejes básicos sobre los que debería girar toda obra cinematográfica. "La mejor oferta" ("La migliore offerta", 2013) encaja a la perfección dentro de ese concepto y por ello a nadie debería sorprender que esta estimulante película de Giuseppe Tornatore pueda acabar convirtiéndose en el éxito sorpresa del verano en España-.
La sencilla elegancia de "La mejor oferta"
Tornatore siempre ha sido un realizador que ha tendido a potenciar las raíces italianas de las historias que nos quería contar, pero no es alguien que se haya cerrado en banda en esta postura. "La mejor oferta" es buena prueba de ello, ya que Tornatore apuesta por una ambientación más internacional al mismo tiempo que ésta no es más que una excusa para narrarnos la acción, lo cual no quiere decir que no haya espacio para potenciar la belleza de algunos lugares ese local de Praga que visita el protagonista.
No pocos han querido ver parecidos entre "La mejor oferta" y la obra de Alfred Hitchcock, pero lo cierto es que, como mucho, podríamos hablar de un homenaje lateral, es decir, de la elegancia característica de Hitchcock para crear y desarrollar el suspense, pero sin dejar que eso dicte lo que va a ser la película. Eso sí, Tornatore prefiere centrar su atención en la inusual trama romántica que vertebra el relato, aunque sin por ello descuidar una brillante utilización de los movimientos de cámara, quizá un poco sobrecargados en situaciones puntuales, pero que en líneas generales ayudna a crear una insólita atmósfera que habilita los ocasiones saltos a otros géneros sin que eso perjudique la credibilidad del conjunto. Si acaso es a través del personaje interpretado con solvencia y cercanía por Jim Sturgess por donde surgen pequeñas contradicciones, pero nada especialmente grave o que no sea justificado a su debido momento.
También resulta fácil la tentación de emparentar a la cinta que nos ocupa con el maravilloso díptico realizado por Fritz Lang con "La mujer del cuadro" ("The Woman in the Window", 1944) y "Perversidad" ("Scarlet Street", 1945), en especial en algunos temas abordados, pero son coincidencias más generales que concretas. Tornatore parece buscar ante todo la creación de un thriller sofisticado sin caer en la tentación de que los personajes primen sobre la historia o que ciertas escenas se impongan sobre el conjunto. En "La mejor oferta" se busca un conjunto compacto en el que todas las piezas del mecanismo encajen cuando nos despidamos para siempre de la película a través de un bello y efectivo travelling.
El talento del reparto
Sería una necedad entrar a discutir acerca del talento de Geoffrey Rush, ya que es un actor que ha demostrado en sobradas ocasiones su sobriedad y capacidad de amoldarse a personajes que van desde los excesos del Marqués de Sade hasta la calma personificada en "El discurso del rey" ("The King"s Speech", Tom Hooper, 2010). En "La mejor oferta" tiende más hacia este segundo camino, pero cambiando la tímidez hiperactiva de "Shine" (Scott Hicks, 1996), la cinta que le lanzó a la fama, por una conjunción de minuciosidad y una medida asocialidad que sirve al mismo tiempo para ganarse al espectador y para alejarlo levemente en el plano emocional.
Puntilloso hasta la médula de ahí su obsesión con los guantes, sorprende la neutralidad con la que es descrito potenciada por el propio Rush a través de una brillante exposición de sus emociones con escasa utilización de los excesos gestuales, ya que no duda en mostrarse antipático o incluso sacar beneficio propio de su trabajo y no hay ningún apunte redentor más allá de su pasión por el arte, la cual acabará dando paso a una extraña relación romántica con una mujer que lleva muchos años viviendo oculta tras una pared de su mansión. Será entonces cuando Rush se crezca aún más y se haga dueño absoluto del personaje, siendo capaz de transmitir más que la mayoría solamente con su mirada.
La grandeza de Rush, esperable y celebrable, suponía un riesgo de que canibalícese la labor de sus compañeros de reparto, pero Tornatore, también guionista de "La mejor oferta", no estaba dispuesto a que eso pasara. En la entrevista realizada por mi compañero Pablo comentaba las dificultades para encontrar a una actriz idónea para un papel basado en el fuera de campo ,me parece un error gravísimo desvelar su aspecto físico antes de ver la película-, pero la contratación de Sylvia Hoeks supone un acierto irrebatible. Su belleza es suficientemente singular evitad a toda costa imágenes suyas antes de ver la película para que la fascinación que Rush siente hacia ella no se hunda cuando al fin hace acto de presencia y sus habilidades dramáticas son, como mínimo, notables, primero teniendo que transmitir únicamente a través de su voz y luego de una forma más convencional, pero no por ello menos lograda.
Ya he comentado que Jim Sturgess es protagonista de alguno de los aspectos menos inspirados de "La mejor oferta", pero el fallo ahí viene del guión de Tornatore, muy inspirado en todo lo relacionado con el autómata que está ayudando a reconstruir a Rush un detalle tan mágico y atractivo como irrelevante en el fondo, pero no suficientemente natural en lo concerniente a su faceta de Cupido, la gran debilidad de la película. Por su parte, Donald Sutherland es un secundario de lujo, papel al que lleva años acostumbrado, pero que no siempre resuelve con la misma fortuna. Aquí cumple a la perfección con su cometido de único amigo con largo recorrido del protagonista.
Las sencillas que no simples aspiraciones de "La mejor oferta" son una de sus grandes bazas, ya que no quiere convertirse en la película definitiva sobre el tema a tratar o deslumbrarnos a través de la brillantez de alguno de sus elementos. Lo que crea Tornatore es un thriller quizá mejorable, pero suficientemente apasionante como para que su visionado resulte una gratísima experiencia tanto para los cinéfilos más curtidos y al mismo tiempo cumple holgadamente como hábil entretenimiento para los espectadores más casuales.
Otra crítica en Blogdecine: "La mejor oferta", la tentación oculta

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Noticia, Entrevista con Giuseppe Tornatore: "No me interesaba hacer una película realista" - 04/07/2013 11:52:53

" Como en tantas otras trayectorias cinematográficas, en la carrera de Giuseppe Tornatore (1956) hay una mezcla de éxito e incomprensión del todo admirable. Pero, a diferencia de lo que suelen ser las filmografías de muchos directores, en el caso de Tornatore el éxito llegó pronto, con el éxito internacional de "Cinema Paradiso" (Nuovo Cinema Paradiso, 1988) que se alzó con la estatuilla a la mejor película extranjera, aunque Tornatore siempre recuerda que el éxito de la película nunca fue en el momento de su estreno sino con su resonancia internacional.
La trayectoria posterior del cineasta ha sido, en mi opinión, infinitamente más interesante y variada. Ha filmado dos películas intimistas y magníficas, la olvidada comedia "Están todos bien" (Stanno Tutti Bene, 1990), la que no ha dejado de ser su mejor película, "Una pura formalidad" (Una pura formalit?, 1994) y la bellísima "La leyenda del pianista en el océano" (La leggenda del pianista sull"oceano, 1998).
En las últimas películas de Tornatore hay una cercanía italia. Desde la cercanía de nuevo autobiográfica con "Mal?na" (id, 2000) hasta "Baari?" (id, 2009) su tanteo con el drama histórico. Ahora ha vuelto, con un nuevo éxito en taquilla en Italia, "La mejor oferta" (La migliore offerta, 2013) un interesantísimo y sugestivo film que propone una sorprendente variante del thriller sin recurrir a violencia alguna. En su reparto, un magnífico Geoffrey Rush y un sorprendente Jim Sturgess, además de la revelación, al menos para el público español, de Sylvia Hoeks y la siempre solvente presencia de Donald Sutherland. Es una historia de deseo, amor y engaño.
Después de una rueda de prensa, nos sentamos a charlar con un Tornatore que parece responder a todas las cuestiones con bonhomia, alegría y trenzando su pensamiento vigoroso en cada nueva frase, entusiasta aunque repita, siempre amable. Debe saber el lector que la quinta pregunta contiene importantes revelaciones argumentales.
Aunque han sido muchas las comparaciones con Hitchcock, por aquello de contar una historia en la que hay un tipo de fobia y una mujer y un objeto de deseo, tengo que decir que lo que más me ha gustado de su película es que no hay ningún asesinato, ni prácticamente nada truculento, excepto en una escena. Es lo que, en mi opinión, la distancia más de Hitchcock y lo que me parece refrescante en el panorama actual: no hay asesinato, ni perversión. ¿Cómo concibió esta historia?
Muchas gracias. Es verdad que Hitchock es un maestro, pero, como ya he dicho antes, creo que la influencia trabaja de un modo inconsciente. Para mi era mucho más interesante crear un misterio y hacerlo a través del personaje y no sentí que debiera recurrir al asesinato, porque no era lo que pedía la historia. Sin embargo, debo decir, que cualquier historia funciona si sus personajes son interesantes, no creo que ningún efecto pueda suplir esto.
Creo que esta comparte muchos elementos con "Una pura formalidad". Y uno que me ha parecido fascinante es la irrealidad que transmite la ciudad y el escenario, en ambas películas tiene mucha importancia. ¿Fue una decisión que tomó deliberadamente?
Sí, totalmente. De hecho, esa fue la razón por la cual me alejé completamente de Roma para rodar esta película. Cuando rodé "Cinema Paradiso" o "Malena" sabía que tenían que transcurrir en Roma porque eran películas totalmente autobiográficas. Pero si te fijas, esta película tiene muchos escenarios (Londres, Viena, Trieste, Praga) porque no podía suceder en Roma, sentía que tenía una relación muy estrecha con esa ciudad y que además sería demasiado familiar para mi. La idea principal en ambas películas fue que transcurrieran en espacios donde pudiera expresar el ánimo del personaje por encima de cualquier otra cosa. En este caso, no me interesaba hacer una película realista.
Es evidente que Geoffrey Rush está mereciendo todas las alabanzas que ha obtenido. Su interpretación es muy clásica, confidente y agradable, pero me gustaría saber cómo seleccionó a Sylvia Hoeks y por qué. Su personaje es francamente difícil, y su momento más dramático es hábilemente elidido. ¿Cuando se fijó en ella y por qué?
Fue una elección realmente complicada. Ninguna actriz aceptaba el papel, lógicamente. Hicimos muchos cástings, en Londres, en Roma, en Los Ángeles y no encontrábamos el perfil. ¡Imagine! Es un personaje que se pasa media película fuera de pantalla, debido a su fobia al exterior, y del que solamente oímos la voz. Un día, encontré a Hoeks en Los Ángeles y expresó un gran interés en el papel. Era una actriz holandesa y al verla supe que era el personaje. Porque, además de ser un personaje complicado, ella era un tipo de belleza muy peculiar: escribí el personaje sintiendo que podía ser muy bello en ocasiones pero que también podía resultar vulgar y Hoeks lograba ese efecto. Luego le pregunté lo que le interesó más del personaje y me dijo que cómo pensaba rodar esas escenas en las que ella está escondida y solamente habla a través de una puerta. Le dije que lo haríamos tal cual, con ella detrás de la puerta y que sería su voz la que se oiría. Me respondió que eso era lo que le interesaba del papel. Y así supe que solamente podía ser ella.
Una cualidad de su trabajo, una sorprendente, es que siempre logra sacar interpretaciones intimistas de sus personajes. De un actor tan legendario como Mastroianni logró un papel de hombre común, casi vecinal. Y aquí con Jim Sturgess, más conocido por sus roles juveniles, logra un papel lleno de aristas, sorprendente ¿Cómo trabaja con los actores?
Bueno, no es que haga un trabajo especialmente enfático con los actores, pero fue un honor trabajar con Mastroianni y ha sido un placer trabajar con Jim Sturgess. Lo que intento siempre es que el ambiente esté relajado y los personajes formen parte de la historia, tengan mucho sentido todo lo que hacen e incluso su papel en la ciudad. Cuando vi a Sturgess, supe que era esa clase de personaje y trabajamos con gran fluidez, sin mayor problema. Pero es que también hay un gran mérito en el enfoque.
Aunque hay, por supuesto, muchas de sus películas que rompen esto, aquí volvemos a una de sus constantes. La narración subjetiva. Es algo que ha aparecido en sus películas más optimistas, como "Cinema Paradiso" o "La leyenda del pianista en el océano" o en las más turbias. ¿Por qué le interesa ese tipo de narraciones?
Bueno (risas) ¡yo venía de rodar "Baari?" (id, 2009)! Era un drama histórico, sabía muy bien que todo cuanto contara tenía que ser lo más objetivo posible y fue un reto, claro. En realidad, todo esto surge en el momento en el que me siento a escribir y me planteo cómo lo vería el personaje. Verás, la historia de "La mejor oferta" la habríamos podido contar de mil maneras. A fin de cuentas, es una historia sencilla, de un hombre que es estafado y no se ha dado cuenta de ello hasta el final. Podíamos seguir los planes de los estafadores, como urden toda esa trama y como se escapan con el botín. Pero eso no me interesaba. A mi me interesaba quien era ese hombre y por qué se había dejado engañar. Qué mecanismos se fueron de él y una vez decidí eso, supe que la película solamente podía existir a través de su mirada, a partir de él. Fue una decisión temprana y estructural y por eso me interesó esta historia, porque era ese personaje el que despertaba mi curiosidad.

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Noticia, Un lugar donde refugiarse, ridículo romance de saldo - 04/05/2013 2:37:14

" Resulta muy complicado encontrar una película que haga uso de una narrativa convencional y no otorgue cierta importancia en la trama a ese sentimiento tan universal que es el amor. Como es lógico, ha habido acercamientos brillantes y complementarios a lo largo de la historia del cine mi compañero Alberto está haciendo un imprescindible repaso a 32 películas que en su opinión lo describen a la perfección, pero también muchos intentos de sacar el dinero a los cinéfilos recurriendo a todo tipo de prostitución emocional para intentar forzar algún tipo de empatía entre los sentimientos del espectador y los de los protagonista de la función.
El subgénero de la comedia romántica es el que más ha abusado en los últimos tiempos de la confianza del espectador al crear una imagen tan deformada e imposible de alcanzar del amor que solamente podías reaccionar con indignación ante lo que se está contando o pena ante la imposibilidad de que la vida real sea tan maravillosa como las películas. Eso también ha acabado trasladándose a las producciones en la que lo romántico domina al resto de elementos, algo muy habitual en las adaptaciones cinematográficas de las novelas de Nicholas Sparks, donde, eso hay que reconocérselo, no se recurre a un humor de dudosa valía para intentar hacer más digerible la historia. Por desgracia, eso no quiere decir que las cintas avaladas por su prosa sean especialmente solventes, pero sí que suelen contar con un nivel más estimable que el mostrado por la lamentable "Un lugar donde refugiarse" ("Safe Haven", Lasse Hallström, 2013).
Un sucedáneo barato del amor
Una de las claves de las adaptaciones de las novelas de Nicholas Sparks es la tendencia a medida que avanza la trama a echar mano de unos excesos dramáticos que rara vez hacen algún bien al resultado final. Este punto es particularmente conflictivo en el caso de "Un lugar donde refugiarse", ya que los guionistas Leslie Bohem "Un pueblo llamado Dante"s Peak" ("Dante"s Peak", Roger Donaldosn, 1997) y Dana Stevens ,"City of Angels" (id, Brad Silberling, 1998) no tienen problema en hacer todo lo posible por engañar al espectador en aras de un happy ending que trasciende los límites habituales para acabar dejando con cara de tonto al espectador ante lo que se nos quiere hacer creer.
Cualquiera que pretenda sentarse a ver una película como "Un lugar donde refugiarse" es consciente de los límites que ésta va a autoimponerse a sí misma: Chico conoce chica, flirtean, salen juntos, surge algún problema que los distancia hasta el punto en el que podrían dejar de ser pareja, pero todo acaba resolviéndose para satisfacción de aquellas espectadoras puede pecar de sexismo al hacer esa distinción, pero creo que es lo dominante en estos casos que simplemente quieren saciar al monstruo interior que les crea la necesidad de consumir este tipo de cine. No suelen tener interés en lo artístico, pero cumplen una función de una forma relativamente respetable y no queda otra que aceptarlo, pero la cinta dirigida por Lasse Hallström se excede tomándose una serie de libertades que acaban aniquilando cualquier atisbo de credibilidad que pudiera haber en la ficticia relación entre Julianne Hough y Josh Duhamel.
Nada se salva
Es muy triste ver cómo Lasse Hallström ha renunciado en los últimos años a ese toque singular que hacía que películas como "Las normas de la casa de la sidra" ("The Cider House Rules", 1999) o "Chocolat" (id, 2000) tuviesen un encanto especial y muy diferente en ambos casos, siendo su presencia tras las cámaras una de las claves para encontrar el tono adecuado para narrar la historia. Ya durante la década pasada hubo claros altibajos, pero eso no impidió que sacara adelante producciones tan estimables como "La gran estafa" ("The Hoax", 2006) o "Siempre a tu lado" ("Hachiko", 2009). Ni siquiera fui capaz de ver más de diez minutos de "Querido John" ("Dear John", 2010) y aún así me temo que seguramente Hallström hiciese mejor su trabajo en ese primer acercamiento suyo a la literatura de Nicholas Sparks que en el que ahora nos ocupa.
La recreación en la belleza paisajística y la composición de varias escenas para que parezca una postal musical sobre la felicidad en lugar de parte de un todo con un mínimo de ambición. Hallström sucumbe a los tópicos de este tipo de producciones y muestra una gran desgana cuando toca centrarse en los toques de thriller de la historia, limitándose entonces a dejar que David Lyons ponga cara de mala persona. Eso produce un grave desequilibrio que solamente consigue que "Un lugar donde refugiarse" sea aún más lamentable cuando el thriller especialmente patéticos los intentos iniciales de crear suspense ha de confluir con la parte romántica. Hallström, que se había limitado hasta entonces a poner la cámara para que todo pareciera bonito y nada más, reniega de la necesidad vital de la película de un mayor arrojo por su parte, ya que confía en que la ambientación nocturna sea suficiente para salvar la papeleta.
Cuando hace unos años seguía la televisiva "Las Vegas" (2003-2008), creía que Josh Duhamel estaba destinado a dar el salto a la gran pantalla, ya que mezclaba una destacable presencia física con ese puntito de carisma necesario para dar rienda suelta a su faceta más canalla o sentimental, pero empiezo a creer que está condenado a ser un mediocre que lidere producciones románticas de escaso interés o sea un secundario anodino en los blockbusters. En "Un lugar donde refugiarse" fracasa estrepitosamente al querer ganarse la simpatía del espectador dando vida a un viudo con un par de hijos a su cargo que quiere rehacer su vida. Sin embargo, peor aún es lo de Julianne Hough, cuya única credencial es lo que podéis ver en la imagen que está justo debajo de este párrafo, algo que dudo mucho que sea suficiente para protagonizar una película que no esté encaminada a un público más adulto.
Ya es suficientemente malo el resultar insípido a la hora de mostrar el surgimiento y desarrollo de una historia de amor improbable como la que aquí se cuenta como para encima ofrecer un cóctel de géneros en el que ninguno de ellos tan siquiera alcance un nivel digno de ser considerado como mediocre. Y lo peor de todo es cuando confluyen para ofrecernos un tramo final tan disparatado que tomárselo a risa es la única opción sana que uno puede tomar si no quiere acabar cabreado tras su visionado. Hasta "La saga Crepúsculo: Amanecer. Parte 2" ("The Twilight Saga: Breaking Dawn. Part II", Bill Condon, 2012) y sus predecesoras son más respetables que este ridículo bodrio conocido como "Un lugar donde refugiarse".
Otra crítica en Blogdecine: "Un lugar donde refugiarse", un cine del que huir

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