viernes, 28 de marzo de 2014

Cate Blanchett, Jared Leto y Lupita Nyongo tras ganar el Oscar? y La gran estafa americana, sutiles conexiones

Que opina? ¿Dónde veremos a Matthew McConaughey, Cate Blanchett, Jared Leto y Lupita Nyongo tras ganar el Oscar? - 11/03/2014 15:34:58

" A estas alturas, no debe quedar nadie en el planeta que no se haya enterado de quiénes fueron los ganadores de los codiciados Oscars 2014. En una gala que transcurrió prácticamente sin sorpresas, Jared Leto, Lupita Nyong"o, Cate Blanchett y Matthew McConaughey fueron alzándose a lo largo de la noche con los galardones en las categorías de mejores interpretaciones del año. Aparte de si lo merecían o no, un tema que suele dar que hablar es el efecto del Oscar en la carrera de los premiados. Mientras eso se cuece a fuego lento, repasemos dónde podremos volver a ver estos cuatro bonitos rostros.

A muchos nos habría gustado que Leonardo DiCaprio hubiera logrado la estatuilla por su hilarante trabajo en "El lobo de Wall Street" ("The Wolf of Wall Street", Martin Scorsese, 2013) pero todo estaba preparado para que fuera la fiesta de Matthew McConaughey, quien ha visto renacer su carrera en poco más de dos años, pasando de ser considerado poco menos que un gancho para mujeres en comedias románticas a uno de los intérpretes mejor valorados del presente. Parte de la culpa, tanto del prestigio actual como del Oscar, es de la serie "True Detective" (Cary Fukunaga, 2014), emitida de manera muy oportuna durante la temporada de premios cinematográficos.
Precisamente, este viernes llega a las salas españolas "Dallas Buyers Club" (Jean-Marc Vallée, 2013), con la que McConaughey logró su primera nominación y su primer Oscar para el recuerdo quedará, además del reconocimiento, su parodiable discurso. Tendremos que esperar hasta el 7 de noviembre para ver su esperada primera colaboración con Christopher Nolan, "Interstellar" (2014), sin duda uno de los estrenos más potentes del año.
Otro jugoso título en su agenda es "Sea of Trees", lo nuevo de Gus van Sant, un drama sobre el suicidio escrito por Chris Sparling el guionista de "Buried" (Rodrigo Cortés, 2010) donde le acompañará Ken Watanabe. Seguro que el estadounidense aprende algunos trucos del formidable actor japonés.
Blanchett es la más trabajadora de los oscarizados
Por su parte, Cate Blanchett es la que tiene más estrenos a la vista. La maravillosa actriz australiana, la única de las cuatro que había ganado antes la estatuilla, cuenta con una agenda bastante apretada para los próximos meses. Lo más destacable es que ha colaborado con Terrence Malick en sus dos últimas películas, "Knight of Cups" y un drama todavía sin título sobre triángulos amorosos en la escena musical de Austin; curiosamente en ambas compartirá cartel con Christian Bale, si es que el cineasta los mantiene en el montaje final, claro, ya sabéis que al director de "La delgada línea roja" ("The Thin Red Line", 1998) no le tiembla la mano a la hora de cortar escenas, sin importar a quién deja fuera.

Ahora mismo en cartelera con "The Monuments Men" (George Clooney, 2013), Blanchett volverá a dar vida a la elfa Galadriel en la última (espero) adaptación de Tolkien a cargo de Peter Jackson, "El Hobbit: Partida y regreso" ("The Hobbit 3: There and Back Again", 2014); interpretará a la madrastra en una nueva versión del cuento de "Cenicienta" firmada por Kenneth Branagh últimamente parece poseído por la sed del dólar que verá la luz el 13 de marzo de 2015; encabeza el reparto del thriller "Blackbird", lo nuevo de David Mamet; y protagoniza también "Carol", un drama romántico basado en una novela de Patricia Highsmith que ha dirigido Todd Haynes.
No la veremos pero sí podremos oír su elegante voz en la versión original de "Cómo entrenar a tu dragón 2" ("How to Train Your Dragon 2", Dean DeBlois, 2014), uno de los más que probables éxitos del verano. Asimismo, Blanchett ha decidido poner en marcha su ópera prima como cineasta. Muy crítica con la situación de las actrices en la industria de Hollywood, la protagonista de "Blue Jasmine" (Woody Allen, 2013) se sentará próximamente en la silla de dirección y debutará con el drama "The Dinner", adaptación de una aclamada novela de Herman Koch que contará con un guion de Oren Moverman. Para asegurarse un buen papel o para desarrollar otra faceta creativa… probablemente, por ambas razones. Ojalá demuestre talento para la puesta en escena y surja otra realizadora de estimulante mirada. Hay muy pocas.

En cuanto a los mejores actores de reparto según el criterio de la Academia de Hollywood el horizonte está mucho más calmado en lo que a cine se refiere. Se vaticina que tendrá un futuro prometedor en la gran pantalla pero por ahora Lupita Nyong"o solo cuenta con un pequeño papel como azafata en "Non-Stop (Sin escalas)", el nuevo thriller con el que el realizador Jaume Collet-Serra ha triunfado en la taquilla estadounidense con la ayuda, otra vez, de un Liam Neeson reciclado como convincente héroe de acción, y el proyecto "Who Shot the Sheriff?", un guion de John Andrews que debería protagonizar.
Jared Leto, que llevaba cuatro años sin pasearse por las pantallas antes de darlo todo en "Dallas Buyers Club", no tiene ningún proyecto cinematográfico entre manos. Parece que está mucho más volcado en su faceta musical, el próximo verano tiene previsto un tour por Estados Unidos con su grupo 30 Seconds to Mars junto a Linkin Park.
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La noticia ¿Dónde veremos a Matthew McConaughey, Cate Blanchett, Jared Leto y Lupita Nyongo tras ganar el Oscar? fue publicada originalmente en Blogdecine por Juan Luis Caviaro.

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Es Noticia, La gran estafa americana, sutiles conexiones - 23/02/2014 3:58:00

" Un par de estafadores de poca monta Irving Rosenfeld (Christian Bale) y Sidney Presser (Amy Adams) son atrapados por un frenético y neurótico agente del FBI, Richard DiMaso (Bradley Cooper). Éste les propone atrapar a Carmine Polito (Jeremy Renner), el popular alcalde de Camden, Nueva Jersey, al que pretenden dar caza con una estafa que pruebe sus conexiones con la mafia y la corrupción.
Partiendo de unos hechos reales, la operación ABSCAM, y un libreto escrito por Eric Warren Singer, esta es la mejor (y la más eficiente) de todas las películas que ha escrito y dirigido David O"Russell. El guión de Singer, en la lista negra de guiones de 2010, fue reescrito en un tono más cómico por un O"Russell felizmente preocupado por darle a la película un aspecto ligero.
"La gran estafa americana" (American Hustle, 2013) es una película suntuosa, muy bien dirigida, escrita, montada e interpretada, con banda sonora naturalmente repleta de temazos, pues la acción transcurre en los años setenta, y una efectividad tremebunda. Sin embargo, no es esa la razón por la cual me ha parecido ésta una apuesta madura, compleja, matizada. A mi compañero Sergio le agradó con moderación.
Me resulta curioso como la película contaba con todos mis prejuicios y bien está que una película derribe unos cuantos, o al menos los necesarios. Suspicaz ante O"Russell, un buen director artesanal antes que un autor, pensaba que "El Lobo de Wall Street" (The Wolf of Wall Street, 2013) iba a ser la película del año frente a una versión, más o menos eficaz, de un thriller setentero.
Ha sido al contrario. Ambas son películas, curiosamente, sobre estafadores y O"Russell roba (voz en off, narración desde puntos de vista) algunas maneras narrativas a Martin Scorsese, pero ninguno de sus usos. Scorsese quiere que pensemos que un estafador, que no tuvo apenas poder real en Wall Street como determinan los hechos, es todos los estafadores frente a nosotros: audiencia estúpida, complacida y de repente revelada. Las historias de Scorsese, incluso las irónicas, son historias de redención, de ascenso y caída y posible absolución.
En medio de una situación tan compleja como la que propone el crédito en Wall Street opta por jactanciosas y sentenciosas frases sobre el presente. Curiosamente, O"Russell hace todo lo contrario: su relato de estafadores es un relato bastante verosímil de cómo nos relacionamos frente al Poder y de cómo algunas conciencias pueden tratar de llevar una vida, y los precios que deben pagar.
El guión de O"Russell establece demasiadas conexiones sutiles para que su tono de comedia nos libre de sospechar de la profundidad de su mirada. Se permite varias audacias, como una narración inicial en la que combina varios puntos de vista y una modélica construcción de secuencias, al ritmo de la música, usando temazos de la época, como los de Electric Light Orchestra o Donna Summer, o recurriendo a la sensualidad de Duke Ellington. Irving Rosenfeld, el antihéroe al que da vida un estupendo, locuaz y francamente esperpéntico Christian Bale, es un superviviente nato. En medio de los engaños, comienza a buscar la verdad.
O, dicho de otra manera, vivir sin mentiras. Pero es demasiado tarde. Su amistad con Carmine Polito (Jeremy Renner) se llenará de matices. Porque la película distingue entre grados de corrupción, tal es la madurez del cineasta O"Russell. El alcalde de Camden se ensucia las manos con el fin de crear puestos de trabajos para sus conciudadanos: El sistema no es justo, pero ¿hasta qué punto es injusto alguien que se salta esas reglas para ayudar a quienes lo han votado?
¿Y qué decir de DiMaso, el agente encarnado por un adecuadamente histriónico Bradley Cooper? Es patético. Desea locamente a la compañera de Rosenfeld. Es excesivo y grandilocuente. Pero al final, fracasa. La distancia entre O"Russell y Scorsese es la distancia que recorre el agente DiMaso al entrar a un restaurante y pasar de una sala, repleta de mafiosos felices y bebedores, a otra oscura, en la que aparece, qué otro actor podía ser, Robert DeNiro, en el papel de un verdadero y poderoso representante de la mafia.
La película entonces monta una distancia del todo inquietante. Entre los dos estafadores y el mafioso. Una persona realmente poderosa y amenazadora, no necesita alzar la voz, pues ha vivido el tiempo suficiente para saber cómo manejar a la gente.
Y de ahí, al amargo y lúcido final. La traición, uno de los temas más interesantemente abordados por la película, se convierte en una decisión ética: la traición para seguir viviendo, la traición para poder vivir en paz, lejos de uno mismo. Y, al mismo tiempo, la traición delata de quienes somos voz: de uno u otro amo.
La película es pesimista, pero no lo parece.: no caerán los corrompidos y verdaderamente poderosos, caerán los peones, los fáciles, condenables y sensacionalistas hombres de medio pelo a cuyos matices no atenderemos, incrédulos, necesitados de adjetivos y carnaza. Y desaparecerán, claro, los policías que una vez trataron de hacer tambalear el sistema.
Este estudio de personajes, que ofrece también una magnífica interpretación cómica de Jennifer Lawrence, tiene muchas cosas que decir, entre ellas un interesante personaje femenino, encarnado por una Amy Adams polisémica y magnífica, en cuyas dudas se escribe la sustancia misma del destino de dos hombres y de su identidad.
Pero lo que la película de O"Russell asegura, y con no poco humor, es que la vida mancha y no lo hace porque existan burdos payasos riendo a nuestra costa.: lo hace porque tendremos que sobrevivir, al viento, a la traición, a nosotros mismos. Por eso mismo, es una de las películas de Hollywood más inteligentes de los últimos tiempos, porque en su mirada espera que seamos nosotros quienes establezcamos las sutiles conexiones.
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Información: Robert Zemeckis: Locos por ellos, histeria "beatlemaníaca" - 05/08/2013 0:16:46

" I wanna hold your hand gustó mucho en los pases previos, y no tuvo respuestas negativas. Las críticas fueron favorables, y pensamos que teníamos un éxito. Habíamos oído a los espectadores en Nueva York estallando en aplausos , cinco, seis veces durante la película. Entonces, de repente, se murió…Simplemente no había espectadores. Es lo peor que puede ocurrirte, estirar la pata…
Robert Zemeckis
Así reflexionaba años después Robert Zemeckis sobre el chasco que supuso su primer filme, "Locos por ellos" ("I Wanna Hold Your Hand", 1978), una comedia de adolescentes en torno a la mítica aparición de los Beatles en el Show de Ed Sullivan en la Nueva York de 1964 que el cineasta y su inseparable amigo Bob Gale habían escrito a mediados de los setenta una vez hubieron terminado sus estudios en la USC University of South California y se disponían a buscar suerte en el mundo del séptimo arte. Un mundo que hasta entonces se había mostrado receloso de aquellos dos chavales que sólo contaban bajo su brazo con el crédito de haber escrito un episodio de "Kolchack: the Night Stalker" (id, 1974-1975) y cuya oportunidad vendría de mano de cierto Rey Midas de Hollywood.
Durante sus años de universidad, Zemeckis y Gale que compartían, entre muchas otras filias, el gusto por el mismo tipo de cine, el representado por Clint Eastwood o Steve McQueen habían escrito un guión titulado "The Night the Japs Attacked", que narraba una historia extraída de la ola de pánico que invadió a California los días posteriores al ataque de la armada nipona sobre Pearl Harbor. Y si esta pequeña sinopsis os suena es porque, tras presentárselo a John Millius, antiguo alumno de la misma facultad, éste se mostró encantado y pensó que el cineasta idóneo para hacerse cargo del mismo era Steven Spielberg.
Toda vez hubo leído el guión y quedó prendado de él aunque mucho se rebajaría del humor negro y gamberro que inicialmente quedaba reflejado en las páginas del tratamiento de Zemeckis y Gale, Spielberg accedió a que "1941" (id, 1979), como terminaría llamándose la cinta, sería su siguiente filme tras "Encuentros en la tercera fase" ("Close Encounters of the Third Kind", 1977). Con el respaldo que el nombre del realizador de "Tiburón" ("Jaws", 1975) suponía para sus ansias de debutar en la gran pantalla, Zemeckis y Gale contactaron tras la escritura del guión de "Locos por ellos" con dos productoras que habían conocido durante el período de redacción del libreto de "1941" ya que suponían que por su edad, tanto Tamara Asseyev como Alexandra Rose habían sido beatlemaníacas tan sólo una década y media antes, y podrían mirar con buenos ojos el proyecto.
Y así fue. Viéndose fielmente reflejadas en las protagonistas femeninas de la historia, las productoras apoyaron a Zemeckis y Gale de cara a que la Universal consintiera desembolsar los ridículos 2,7 millones de dólares de presupuesto que iba a suponerle la cinta. Pero a pesar de la exigua cifra, los ejecutivos de la major no terminaban de convencerse de la viabilidad de la producción, y tuvo que ser el propio Spielberg el que, ofreciéndose como productor ejecutivo amén de tener que garantizar que, en caso de que Zemeckis estuviera haciendo un mal trabajo, él se encargaría de dirigir se convirtiera en factor determinante para la aprobación última de la filmación y producción, un proceso para el que Zemeckis iba a contar tan sólo con ocho meses.
La historia de "Locos por ellos" sigue, como ya he apuntado más arriba, a tres jóvenes cuya única pasión en la vida son los cuatro de Liverpool. El día antes de su actuación en el citado show de Ed Sullivan, el trío anda como loco en una tienda de música de Nueva Jersey haciéndose con el primer LP que se editó en Estados Unidos del grupo británico. Ya en esta escena, la cinta dibuja con pocos trazos los perfiles de las tres amigas. De una parte tenemos a Rosie una espléndida Wendy Jo Sperber, habitual de las primeras cintas de Zemeckis, enamoradísima de Paul McCartney que está dispuesta a lo que sea, hasta tirarse de un coche en marcha si hace falta, por tener una oportunidad de ver a su ídolo en carne y hueso.
En segundo lugar encontramos a Pam, una aparentemente virginal chica a punto de casarse a espaldas de sus padres que encarna con convicción y gran sentido del humor Nancy Allen, alzándose como lo mejor en el terreno interpretativo que podemos ver a lo largo del metraje. Por último, tenemos a Grace, encarnada por Theresa Saldana, una actriz de poco calado en el cine de los años que siguieron a la cinta ella sería la mujer de Joe Pesci en "Toro Salvaje" ("Raging Bull", Martin Scorsese, 1980) que, también encandilada por el grupo musical, lleva el interés por el mismo hacia el terreno periodístico, queriendo conseguir a toda costa una foto de George, Paul, John y Ringo que le permita dar la campanada en el mundo del cuarto poder.
Alrededor de ellas, la cinta irá presentando a todo un rosario de hiper-hormonados adolescentes que servirán a Zemeckis y Gale para dar un repaso por la chavalería de la época de una manera similar a cómo George Lucas había hecho un lustro antes en "American Graffiti" (id, 1973) tanto es así que la escena de los dos coches en paralelo con Bobby Di Cicco pasando de uno a otro está directamente sacada del filme de Lucas potenciando mucho más la comedia en detrimento de la inexistencia de las acotaciones dramáticas que sí tenía el título del responsable de "La guerra de las galaxias" ("Star Wars", 1977).
Con rostros semi-conocidos entre ese rosario como los de Marc McClure el Jimmy Olsen de "Superman" (id, Richard Donner, 1978), el citado Di Cicco del que hace poco hablé en "El experimento Filadelfia" ("The Philadelphia Experiment", Stewart Rafill, 1984) o el del extravagante http://www.blogdecine.com/criticas/cine-en-el-salon-el-experimento-filadelfia-los-anos-no-pasan-en-balde en la piel del alocado mitómano de los Beatles, "Locos por ellos" es un claro vehículo para el disfrute de los jóvenes, abundando Zemeckis y Gale en la construcción de gags que en no pocas ocasiones recurren al más puro slapstick las persecuciones por el hotel donde se aloja el grupo son el mejor ejemplo de ello y en potenciar al máximo posible el tono de alocada comedia que hace presa de la trama en todo momento.
Al contrario que en otras muchas óperas primas de diversos directores en los que la tosquedad suele ser norma, Zemeckis demuestra con la cinta un más que correcto conocimiento de los mecanismos cinematográficos, sirviendo como prueba de ello la forma en la que se van intercalando las diferentes tramas paralelas que se plantean en el hotel cuando las amigas se separan. Entre ellas la mejor es, sin duda, la que sigue a Pam en su incursión en la habitación de los cantantes, momento fundamental para el desarrollo del personaje y escena que muchos años después homenajeará Manuel Gómez Pereira en "El amor perjudica seriamente la salud" (id, 1997) con Penélope Cruz en lugar de esa Nancy Allen a la que la pasión por los músicos británicos lleva casi al orgasmo.
El problema es que tanto humor pretende acumular la cinta que al final sólo consigue arrancar la risa en momentos puntuales, dejando en el espectador una sensación de empacho algo molesta. Con todo, el debut de Zemeckis debería haber contado con mayor fortuna en una taquilla que ignoró por completo el título, saldándose su paso por los cines con poco menos de dos millones de dólares, un hecho que en otro caso habría sido suficiente para acabar con cualquier otro director pero que, en lo que respecta a Zemeckis sólo sirvió para aumentar su determinación de cara a convertirse en un nombre dentro del séptimo arte.

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Noticia, Expediente Warren: The Conjuring, la película - 15/07/2013 5:39:48

" Los aficionados al terror y a las historias sobrenaturales tienen una cita ineludible con su cine más cercano el próximo viernes, día en el que se estrena "Expediente Warren: The Conjuring" ("The Conjuring", 2013), el nuevo trabajo de James Wan tras la exitosa "Insidious" (2010). Los hermanos Chad y Carey Hayes "La casa de cera" ("House of Wax", Jaume Collet-Serra, 2005), "La cosecha" ("The Reaping", Stephen Hopkins, 2007) firman el guion de la película, basada en una terrorífica historia real que promete poner los pelos de punta a los espectadores más nerviosos y asustadizos.
Patrick Wilson y Vera Farmiga dan vida a dos investigadores que acuden a una supuesta casa encantada para intentar ayudar a una familia. La premisa está muy gastada y es fácil adivinar por dónde irán los tiros, pero Wan demostró con su anterior film que podía sacar mucho jugo a escasos elementos, y para los amantes de los fenómenos paranormales, la propuesta se presenta irresistible. Si el guion está más o menos cuidado, los personajes no son meros monigotes que dicen chorradas, se quedan paralizados, gritan, cometen estupideces y mueren, y los sustos no se basan en subir el volumen y ver fantasmicas juguetones que se comportan de forma aleatoria, "Expediente Warren: The Conjuring" puede funcionar. Os recomiendo el tráiler si no lo habéis visto ya, pinta bien.
La sinopsis de "Expediente Warren: The Conjuring"
La historia de "Expediente Warren: The Conjuring" tiene lugar a principios de los años 70. Ed y Lorraine Warren, renombrados investigadores de fenómenos paranormales, son requeridos por una familia aterrorizada por una presencia oscura en una aislada granja. Obligados a enfrentarse a una poderosa entidad demoníaca, los Warren se encontrarán atrapados en el caso más terrorífico de sus vidas…
El director
De padres chinos, James Wan nació en Malasia, creció en Australia y triunfó en Estados Unidos con su segundo largometraje, "Saw" (2004), un gran éxito que como sabéis dio origen a una rentable franquicia que se extendió hasta la séptima entrega. Wan que debutó en el año 2000 con la inédita en nuestro país "Stygian" solo se ocupó de la puesta en escena del primer film de la saga y ejerció como productor de las primeras tres secuelas. Su siguiente trabajo como realizador, "Silencio desde el mal" ("Dead Silence", 2007), no causó el mismo impacto y quizá por eso, o por probar algo diferente, decidió cambiar de género con su cuarto trabajo, el drama criminal "Sentencia de muerte" ("Death Sentence", 2007), su primer y de momento único fiasco comercial.
Tres años después regresó con la baratísima "Insidious" 1,5 millones de dólares de presupuesto, otro título de terror, y volvió a probar las mieles del éxito. Con este nuevo impulso, James Wan emprendió el rodaje de "Insidious: Chapter 2" (2013) estreno en septiembre y el film que nos ocupa también llegará a los cines de EE.UU. a partir del próximo fin de semana. Tras esta doble incursión en el género, el cineasta se pondrá a trabajar en su primer proyecto de acción, "Fast & Furious 7" (2014). Sin la posibilidad de recurrir otra vez a Justin Lin, Universal Pictures confía en Wan para continuar con una de las franquicias más taquilleras de los últimos años. Veremos cómo resulta este nuevo giro en su carrera.
Los protagonistas
Cuatro nombres destacan en el reparto de "Expediente Warren: The Conjuring". El rostro de Patrick Wilson empezó a ser conocido entre 2005 y 2006 gracias a su participación en dos títulos que dieron mucho que hablar: "Hard Candy" (David Slade, 2005) y "Juegos secretos" ("Little Children", Todd Field, 2006). No tuvo demasiada suerte en los años siguientes pero aprovechó la oportunidad de ser uno de los protagonistas de la esperada adaptación del cómic "Watchmen" (Zack Snyder, 2009), lo que reactivó su carrera. Posteriormente lo hemos podido ver en "El equipo A" ("The A-Team", Joe Carnahan, 2010), "Insidious", "Young Adult" (Jason Reitman, 2011) o "Prometheus" (Ridley Scott, 2012).
Vera Farmiga es la única que por ahora ha optado al Oscar, fue nominada como mejor actriz de reparto por su trabajo en "Up in the Air" (J. Reitman, 2009). Actualmente es la estrella de la serie "Bates Motel" (varios, 2013) y con anterioridad la pudimos ver en películas como "Infiltrados" ("The Departed", Martin Scorsese, 2006), "La huérfana" ("Orphan", J. Collet-Serra, 2009) o "Código fuente" ("Source Code", Duncan Jones, 2011). En cuanto a Lili Taylor, ya sabe lo que es enfrentarse a una casa maldita tras intervenir en el remake "La guarida" ("The Haunting", Jan de Bont, 1999).
El suyo es uno de los nombres relevantes en la serie "Hemlock Grove" (varios, 2013) y de su filmografía caben destacar títulos como "Un gran amor" ("Say Anything…", Cameron Crowe, 1989), "The Addiction" (Abel Ferrara, 1995) o "Alta fidelidad" ("High Fidelity", Stephen Frears, 2000). Lo más importante que le ha llegado a Ron Livingston de momento es la miniserie "Hermanos de sangre" ("Band of Brothers", 2001), por la que fue nominado a un Globo de Oro; destacó en "Trabajo basura" ("Office Space", Mike Judge, 1999) y desde entonces ha participado en numerosas producciones, como "Adaptation (El ladrón de orquídeas)" ("Adaptation.", Spike Jonze, 2002) o "Más allá del tiempo" ("The Time Traveler"s Wife", Robert Schwentke, 2009). Curiosamente, Wilson y Farmiga nacieron en el 73, seis años antes que Taylor y Livingston. ¿Casualidad?
Todos los carteles de la película
Galería de fotos
(Haz click en una imagen para ampliarla)
Todos los vídeos de "Expediente Warren: The Conjuring"
Primer tráiler (versión original con subtítulos):
Segundo tráiler (versión original con subtítulos):
Tercer tráiler (versión original con subtítulos):
Primer tráiler en español:
Tráiler final en español:
Entrevistas al director y los actores (en inglés sin subtítulos):
Chorrada publicitaria:

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Interesante, Richard Donner: Los fantasmas atacan al jefe, ¡menuda nochebuena! - 06/06/2013 3:47:05

" Dirigir a Billy es como ser policía en Times Square tras un apagón.
Richard Donner
Viviendo todavía de las rentas de "Cazafantasmas" ("Ghostbusters", Ivan Reitman, 1984), Bill Murray llevaba cuatro años sabáticos dedicados a criar a sus hijos. Y aun así, todavía se le consideraba como uno de los cómicos más influyentes de la década de los ochenta gracias al fundamental papel que había jugado en su momento en el "Saturday night live". Tanta era su fama, que a cada año que pasaba sin volver a la gran pantalla su caché iba subiendo, y Paramount se atrevió a aprovechar la inercia que supondría de cara a la audiencia el volver a ver el nombre del histriónico actor sobre las marquesinas de los cines para ofrecerle 6 millones de dólares una cifra que, en palabras del productor es "…más que lo que recibieron el productor, director y reparto juntos".
El vehículo elegido para su regreso era "Los fantasmas atacan al jefe", horrible traducción del original "Scrooged", conversión en verbo como tanto gustan hacer los angloparlantes con los sustantivos del apellido del protagonista del "Cuento de Navidad" de Charles Dickens, Ebenezeer Scrooge, ya que de eso trataría el filme, de una reversión del inmortal relato en clave moderna escrita ex-profeso para Murray por Mitch Glazer y Michael O"Donoghue, antiguo conocido del actor de sus días en la televisión.
La oferta de dirigir un paquete tan cerrado como el que acabamos de describir, puesto en pie con la sola idea de reventar la taquilla por el omnipresente protagonismo de su intérprete principal, le llegaría a Richard Donner de mano de Michael Ovitz, un ejecutivo de inmenso poder en Hollywood que Donner conocía desde una década atrás cuando aquél había atraído a Steve Roth, el agente del cineasta, a su agencia de representación una agencia que llevaba a nombres como los de Steven Spielberg, Tom Cruise, Madonna o Michael Jackson.
Usando todas las estratagemas posibles para que el nombre de un director de primera fila respaldara la inversión de 32 millones de dólares, Ovitz llegó a dejar a Bill Murray la dirección de Donner para que, una noche, el actor se plantara sin previo aviso en casa del director y así casi coaccionarlo a aceptar el trabajo Donner no tenía ni idea de que Ovitz había utilizado, sin conseguir nada, las mismas tácticas de acoso y derribo con Sydney Pollack para que éste fuera el encargado de dirigir el filme.
Con una pre-producción ya puesta en marcha antes de que él tomara las riendas, Donner quiso contar de nuevo con Stephen Goldblatt en la dirección de fotografía, pero éste ya tenía un compromiso previo y el cineasta dirigió sus miras a Conrad Hall, que tras varios problemas y "una alarmante carencia de sentido del humor" en palabras de Donner, sería finalmente sustituido por Michael Chapman, director de fotografía de cintas como "Tiburón"("Jaws", Steven Spielberg, 1975) o "Toro salvaje" ("Raging bull", Martin Scorsese, 1980).
Ahora bien, si algo marcó sobremanera el devenir de un rodaje que transcurrió en medio de un festivo ambiente navideño por las animadas calles de Nueva York, eso fue la complicada relación que se estableció entre Murray y Donner. El cineasta, que en no pocas ocasiones llegaría a preguntarse si para lo que le habían contratado no era dirigir sino controlar a la estrella, animaba a Murray en sus constantes improvisaciones como ya había hecho tantas veces en el pasado con los actores bajo su cargo, pero al mismo tiempo temía que los persistentes desvaríos del cómico en cada una de las escenas terminaran pesando en contra de la identificación del público con su personaje, un tiránico ejecutivo de televisión que, como Scrooge en el cuento original, será visitado por tres fantasmas la noches previas a Navidad.
Implicado en todas las facetas de la producción para asegurarse el éxito que justificara el desproporcionado cheque que Paramount le había extendido, Murray reescribió el guión e incluyó a familiares y colegas del "Saturday…" en el reparto, provocando en última instancia que la fuerte impronta que Donner estaba acostumbrado a dejar en sus filmes se viera disminuida sobremanera hasta el punto de que cueste ver en el metraje al mismo director de "Lady halcón" ("Ladyhawke", 1985), "Los Goonies" ("The Goonies", 1985) o "Arma letal" ("Lethal weapon", 1987), los tres títulos precedentes al que hoy nos ocupa.
Esto no significa que no se aprecien ciertos apuntes que hacen referencia a su trayectoria y personalidad, ya sea en algunos de los secundarios que aparecen en la cinta, ya en alguna broma personal como la escena en la que la familia del personaje de Murray juega al Trivial y uno de ellos pregunta por el nombre del barco de la "Isla de Gílligan", icónica serie de los sesenta en la que trabajó el cineasta. Pero más allá de estos pequeños detalles y de que el mensaje último de la cinta acerca del poder redentor del amor entroncara casualmente con el espíritu romántico de Donner, queda claro quién llevó la voz cantante durante todo el proceso de producción.
Tanto es así que el director, sabedor del impresionante talento para los monólogos improvisados de la estrella, dejó que la escena final del filme se rodara sin guión, instando a los actores y los miembros del equipo técnico a que se fueran uniendo a Murray en una secuencia que quedó tal y como se filmó en esa primera y única toma en el montaje final. Un montaje que traería de cabeza a todos los implicados en el mismo hasta tal punto que Donner, irritado por no poder imponer su visión, terminaría prefiriendo quitarse de en medio y dejar atrás los gritos de Murray, Pollack que finalmente actuó como consultor no acreditado y el equipo de editores mientras navegaba tranquilamente en su nuevo barco desde Florida a Los Ángeles.
Sátira sobre lo despiadado del mundo de las corporaciones de televisión y lo materialista de la década de los ochenta, "Los fantasmas atacan al jefe" es una de esas cintas que o bien abrazas en toda su plenitud o bien detestas con todas tus fuerzas dependiendo de lo mucho que logres identificarte con un Bill Murray que, eso sí, se deja la piel en su interpretación de Frank Cross, esforzándose hasta el límite por hacer que termines adorando a tan desagradable personaje.
Más allá del incuestionable tour de force del actor, el problema que personalmente siempre le he encontrado a la cinta es que su intención primigenia de hacer una comedia queda completamente deslavazada en un relato de humor muy negro algo que la partitura de Danny Elfman se encarga de puntualizar una y otra vez a lo largo del metraje que, como apuntó en su momento el desaparecido Roger Ebert, "hace más hincapié en el dolor y la ira". Y en última instancia, esta incapacidad de hacer reír es la que termina invalidando los denodados esfuerzos de Murray, quedando el filme como poco más que una correcta vuelta de tuerca al relato dickesiano.
Con el positivo dato que supusieron unos pases previos en los que un 93% de la audiencia opinó que el filme era "muy bueno", el fracaso crítico de la cinta fue un duro golpe para Murray, pero no para un Donner que ya tenía sus miras puestas en su siguiente proyecto: sabedor de que el favor de la crítica obtenido con "Arma letal" había sido barrido por la marea de "Los fantasmas atacan al jefe", el cineasta se preparó para volver a ser "letal".

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Interesante, Muertos de risa, grandes del humor - 10/05/2013 8:22:50

" Yo tampoco sé lo que es el amor, pero lo intuyo.
Nino (Santiago Segura) y Bruno (El Gran Wyoming) son dos cómicos que han hecho carrera por accidente, tras conocerse en una fatídica noche en la que el bar donde trabajaba el primero como cantante, con imitaciones de su ídolo Nino Bravo, terminó en llamas por culpa de unos matones de la legión. Cuando alcanzan el estrellato, en la reciente historia de España de los setenta y ochenta, los celos y el odio mutuo se convertirán en la dinámica de una relación marcada por la incomprensión.
Cuando vi aquella película fallida y gratuita llamada "Balada triste de trompeta" (id, 2011) pensé que Álex de la Iglesia había caído en aquello que justamente logró esquivar unos años antes, cuando dirigió esta "Muertos de Risa" (id, 1998) con la que comparte no pocos rasgos formales y temáticos. Las dos son dos historias de muerte y deseo llenas de venganza. Ambas tienen a dos bufones antagonizando su vida al tiempo que la hacen imprescindible. Y en ambas el trasfondo sociopolítico español es clave.
Bien. ¿Cual es la diferencia? Yo creo que la película de los payasos era una película autoconsciente, sin demasiado que aportar y deliberada en todos y cada uno de sus arranques de salvajismo. También está la posibilidad, que yo no descarto, de que al repetir la fórmula, obtenga el cineasta lo peor de cada película. Porque es muy posible que esta historia de cómicos que se odian sea una historia de las dos Españas, pero no creo que la película triunfe en eso.
De hecho, como alegoría es muy pobre. Ciertamente, donde triunfa la película es al espectacularizar el trasfondo histórico como un campo de juegos en el que suceden astracanadas inverosímiles casi siempre fuera de plano. Así, el 23F o las Olimpiadas son episodios nacionales divertidos, revelados, en manos del talentoso y aquí inspirado De La Iglesia.
¿Qué pretende decir la película? Es posible que España sean eso: dos chulos haciéndose la vida imposible, uno acomplejado y el otro rechazado, uno inseguro y el otro resentido. Pero ese no es el interés de estos dos personajes, absolutamente detestables, arrebatados de toda ternura gracias al libreto de Jorge Guerricaechevarría y De La Iglesia que comienzan su película con unos títulos de crédito animados, en homenaje al estilo inimitable de la UPA.
Lo que resulta gracioso, y lo que mantiene en marcha toda esta historia que evoca también la historia mediática de los grandes cómicos españoles (desde Tip y Coll a Martes y Trece), es el estilo inspirado con el que la rueda De La Iglesia, lleno de imaginativos y largos travellings, de una brutal y barroca dirección de arte de Arri y Biaffra y de una excelente partitura de Roque Baños.
Por supuesto, el mejor Santiago Segura, acompañado de Wyoming y del siempre excelente Álex Angulo, brilla en esta película, componiendo un osito de peluche violento y marginado, eternamente pringado sin dejar de sugerir una tragedia de provincia, virginidad y humillación constantes.
Al mezclar un estilo dinámico, sacado del más frenético Martin Scorsese, con el vigor y el esperpento de su siempre reverenciado Rafael Azcona, De La Iglesia encontró el registro más interesante de su estilo y también el más original y juguetón. Y dejó, para nuestra risa y nuestro espanto, su mejor película desde "El día de la bestia" (id, 1995).

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