sábado, 5 de abril de 2014

Cate Blanchett, Jared Leto y Lupita Nyongo tras ganar el Oscar? y Ridley Scott: Black Rain, violencia con estilo

Información: ¿Dónde veremos a Matthew McConaughey, Cate Blanchett, Jared Leto y Lupita Nyongo tras ganar el Oscar? - 11/03/2014 15:34:58

" A estas alturas, no debe quedar nadie en el planeta que no se haya enterado de quiénes fueron los ganadores de los codiciados Oscars 2014. En una gala que transcurrió prácticamente sin sorpresas, Jared Leto, Lupita Nyong"o, Cate Blanchett y Matthew McConaughey fueron alzándose a lo largo de la noche con los galardones en las categorías de mejores interpretaciones del año. Aparte de si lo merecían o no, un tema que suele dar que hablar es el efecto del Oscar en la carrera de los premiados. Mientras eso se cuece a fuego lento, repasemos dónde podremos volver a ver estos cuatro bonitos rostros.

A muchos nos habría gustado que Leonardo DiCaprio hubiera logrado la estatuilla por su hilarante trabajo en "El lobo de Wall Street" ("The Wolf of Wall Street", Martin Scorsese, 2013) pero todo estaba preparado para que fuera la fiesta de Matthew McConaughey, quien ha visto renacer su carrera en poco más de dos años, pasando de ser considerado poco menos que un gancho para mujeres en comedias románticas a uno de los intérpretes mejor valorados del presente. Parte de la culpa, tanto del prestigio actual como del Oscar, es de la serie "True Detective" (Cary Fukunaga, 2014), emitida de manera muy oportuna durante la temporada de premios cinematográficos.
Precisamente, este viernes llega a las salas españolas "Dallas Buyers Club" (Jean-Marc Vallée, 2013), con la que McConaughey logró su primera nominación y su primer Oscar para el recuerdo quedará, además del reconocimiento, su parodiable discurso. Tendremos que esperar hasta el 7 de noviembre para ver su esperada primera colaboración con Christopher Nolan, "Interstellar" (2014), sin duda uno de los estrenos más potentes del año.
Otro jugoso título en su agenda es "Sea of Trees", lo nuevo de Gus van Sant, un drama sobre el suicidio escrito por Chris Sparling el guionista de "Buried" (Rodrigo Cortés, 2010) donde le acompañará Ken Watanabe. Seguro que el estadounidense aprende algunos trucos del formidable actor japonés.
Blanchett es la más trabajadora de los oscarizados
Por su parte, Cate Blanchett es la que tiene más estrenos a la vista. La maravillosa actriz australiana, la única de las cuatro que había ganado antes la estatuilla, cuenta con una agenda bastante apretada para los próximos meses. Lo más destacable es que ha colaborado con Terrence Malick en sus dos últimas películas, "Knight of Cups" y un drama todavía sin título sobre triángulos amorosos en la escena musical de Austin; curiosamente en ambas compartirá cartel con Christian Bale, si es que el cineasta los mantiene en el montaje final, claro, ya sabéis que al director de "La delgada línea roja" ("The Thin Red Line", 1998) no le tiembla la mano a la hora de cortar escenas, sin importar a quién deja fuera.

Ahora mismo en cartelera con "The Monuments Men" (George Clooney, 2013), Blanchett volverá a dar vida a la elfa Galadriel en la última (espero) adaptación de Tolkien a cargo de Peter Jackson, "El Hobbit: Partida y regreso" ("The Hobbit 3: There and Back Again", 2014); interpretará a la madrastra en una nueva versión del cuento de "Cenicienta" firmada por Kenneth Branagh últimamente parece poseído por la sed del dólar que verá la luz el 13 de marzo de 2015; encabeza el reparto del thriller "Blackbird", lo nuevo de David Mamet; y protagoniza también "Carol", un drama romántico basado en una novela de Patricia Highsmith que ha dirigido Todd Haynes.
No la veremos pero sí podremos oír su elegante voz en la versión original de "Cómo entrenar a tu dragón 2" ("How to Train Your Dragon 2", Dean DeBlois, 2014), uno de los más que probables éxitos del verano. Asimismo, Blanchett ha decidido poner en marcha su ópera prima como cineasta. Muy crítica con la situación de las actrices en la industria de Hollywood, la protagonista de "Blue Jasmine" (Woody Allen, 2013) se sentará próximamente en la silla de dirección y debutará con el drama "The Dinner", adaptación de una aclamada novela de Herman Koch que contará con un guion de Oren Moverman. Para asegurarse un buen papel o para desarrollar otra faceta creativa… probablemente, por ambas razones. Ojalá demuestre talento para la puesta en escena y surja otra realizadora de estimulante mirada. Hay muy pocas.

En cuanto a los mejores actores de reparto según el criterio de la Academia de Hollywood el horizonte está mucho más calmado en lo que a cine se refiere. Se vaticina que tendrá un futuro prometedor en la gran pantalla pero por ahora Lupita Nyong"o solo cuenta con un pequeño papel como azafata en "Non-Stop (Sin escalas)", el nuevo thriller con el que el realizador Jaume Collet-Serra ha triunfado en la taquilla estadounidense con la ayuda, otra vez, de un Liam Neeson reciclado como convincente héroe de acción, y el proyecto "Who Shot the Sheriff?", un guion de John Andrews que debería protagonizar.
Jared Leto, que llevaba cuatro años sin pasearse por las pantallas antes de darlo todo en "Dallas Buyers Club", no tiene ningún proyecto cinematográfico entre manos. Parece que está mucho más volcado en su faceta musical, el próximo verano tiene previsto un tour por Estados Unidos con su grupo 30 Seconds to Mars junto a Linkin Park.
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La noticia ¿Dónde veremos a Matthew McConaughey, Cate Blanchett, Jared Leto y Lupita Nyongo tras ganar el Oscar? fue publicada originalmente en Blogdecine por Juan Luis Caviaro.

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Que opina usted? Ridley Scott: Black Rain, violencia con estilo - 28/02/2014 4:00:13

" Como ya sucediera con los dos filmes que le colocaron en una posición que aún hoy nos obstinamos a que siga manteniendo a pesar de lo mucho que su trayectoria habla en contra de tales deseos, lo cómodo que Ridley Scott se había encontrado en los terrenos del thriller a los que se adscribía aunque ya vimos con qué entidad "La sombra del testigo" ("Someone to Watch Over Me", 1987) fue lo que llevó al cineasta británico a aceptar ponerse al frente de este filme de encargo que, con guión ya cerrado había sido rechazado en última instancia por Paul Verhoeven.
"Black Rain" (id, 1989) se convertía así en el sexto título de la filmografía de Scott y, en comparación con su inmediato predecesor, supone una cierta recuperación de formas que, no obstante, siguen sin ser capaces de rescatar ni el nervio narrativo ni el pleno talante estético que sus dos mejores cintas habían ostentado, por más que en la que hoy nos ocupa, gran parte de la acción se desarrolle en una Osaka que no oculta sus tremendas similitudes con esa Los Ángeles futurista que habíamos visto siete años antes en "Blade Runner" (id, 1982).
De puntos débiles…

Comparaciones a parte, resulta curioso que a la hora de elegir sus proyectos, Scott siga inclinándose por producciones en las que los protagonistas quedan enmarcados sin ningún tipo de rubor en los arquetipos más sonrojantes, llámense éstos aquellos que, en el caso del presente filme, atañen a los "buenos", interpretados por Michael Douglas, Andy García y Ken Takakura que ya interviniera en ese filme al que "Black Rain" le debe tanto que es el "Yakuza" de Sidney Pollack, o el que corresponde al villano de la función encarnado por Yutsaku Matsuda, un yakuza histriónico, chulesco y psicópata que entronca muy bien con el perfil de los villanos caricaturescos que casi siempre han poblado los filmes de Scott.
Y cuidado, que con esa descripción no quiero menospreciar lo que las némesis de los protagonistas de las cintas del británico ponen en juego en sus respectivas intervenciones algunas memorables sino más bien volver a señalar que, con los intereses del cineasta fijados en los aspectos puramente estéticos del séptimo arte la importancia que Scott reserva a sus personajes es prácticamente inexistente, descansando el mejor o peor funcionamiento de los mismos en las interpretaciones de los actores y en lo que el guión pueda desarrollar.
Tanto es así que el Nick Conklin que Michael Douglas interpreta en "Black Rain", y cuya situación personal y profesional se dibuja con unos trazos mínimos, se aparta muy poco del prototipo de policía de vuelta de todo que en los años ochenta podíamos ver mucho mejor definido en las pieles de Bruce Willis o Mel Gibson, careciendo el que aquí da vida Douglas de la precisa definición que sí podíamos encontrar en John McClane o Martin Riggs sin que, no obstante, ello redunde de forma negativa en un personaje con el que, gracias al buen hacer del actor, resulta fácil simpatizar.
Lo mismo pasa con García y Takakura, dos personajes de aún más parco desarrollo lo de García es de risa que, sin embargo, son objeto de una mirada más cálida de la que Scott suele arrojar sobre sus protagonistas, algo que no sucede ni con Sato ni con esa mujer escaparate a la que da vida Kate Capshaw, un personaje éste que se podría haber eliminado perfectamente del argumento sin que la cinta hubiera sufrido ni un ápice en su funcionalidad.
…y fortalezas

De todas formas, y sabiendo que al acercarnos a un filme del realizador que es objeto de este especial uno no puede pedir mucha profusión en los personajes, donde "Black Rain" no decepciona es en una configuración visual con la que, no cabe duda y como decíamos más arriba Scott intenta acercar posturas para con "Blade Runner", no siendo difícil apreciar en esos neones, en esas humaredas y en esas calles mojadas por la lluvia y fotografiadas de noche las diversas herencias del filme de ciencia-ficción protagonizado por Harrison Ford.
Además, resulta también estimable, aunque habría que preguntarse hasta que punto es un homenaje y no una solución estética más de entre la diversidad que muestra el metraje, el acercamiento en ciertos puntos de la narración al género estadounidense por excelencia; un western que se deja ver de forma temprana en ese casual desenfunde que Andy García hace de su arma en la escena del restaurante y que alcanza su paroxismo en la secuencia de éste y las motos, una escena fundamental en el devenir de la acción en la que quizás se abuse de la cámara lenta pero a la que es difícil cuestionarle su gran efectividad.
Abrazando pues de nuevo la faceta más esteta de su trabajo, Ridley Scott consigue con "Black Rain" huir de la mediocridad en la que había incursionado con su anterior producción, superando los muchos problemas de rodaje que se encontró por el camino casi todos relacionados con la dificultad de filmar en Japón y construyendo un filme de acción más que correcto que fue mejor apreciado en taquilla que el protagonizado por Tom Berenger y Mimi Rogers y que serviría de antesala al abrazo generalizado por parte de público y crítica que recibiría por su siguiente propuesta cinematográfica.
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Críticas a la carta | "Black Rain" de Ridley Scott
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Que opina? Ridley Scott: La sombra del testigo, de sobremesa - 21/02/2014 4:01:57

" El varapalo de "Legend" (id, 1985) y las ansias por tocar otros palos que lo alejaran de las dos producciones que habrían de marcar sobremanera su posterior devenir no tanto por que volviera raudo al género al que pertenecían sino por cuanto todos sus filmes posteriores se han comparado irremisiblemente con ellas fueron los motivos fundamentales que llevaron a Ridley Scott a dejar de lado la ciencia-ficción y la fantasía y lanzarse a la búsqueda de un nuevo acomodo en el que desarrollar sus inquietudes visuales.
Y si bien dicho acomodo lo encontró inicialmente en lo que terminaría convirtiéndose en el cuarto filme de Kathryn Bigelow, "Le llaman Bodhi" ("Point Break", 1991), fue con "La sombra del testigo" ("Someone to Watch Over Me", 1987), con el que el cineasta británico comenzó su largo transitar por la inmensa disparidad de géneros que comenzaría a explorar a partir de entonces en las quince producciones que separan al filme de fantasía protagonizado por Tom Cruise de esa cinta amada y odiada a partes iguales que es "Prometheus" (id, 2012).

Protagonizada por Tom Berenger, Mimi Rogers y Lorraine Bracco, nombres tres muy conocidos en los ochenta pero cuya incidencia en el cine posterior fue disminuyendo de forma exponencial hasta casi desaparecer del mapa cinematográfico, es de recibo pensar que, de no ser por venir firmada por quién viene, "La sombra del testigo" no pasaría de ser un telefilme cualquiera de sobremesa hoy en día. Y los motivos para ello lo podemos encontrar tanto en ese plantel de actores de tan limitado impacto comercial y escueto talento, como en lo raquítico de la trama que envuelve al filme y lo poco que complica Scott su discurso narrativo y visual.
De la conjunción de dichos factores nace una cinta que discurre por terrenos tan transitados por el thriller estadounidense que cuesta pensar el por qué Scott terminó decantándose por ella y no esperó a que un mejor libreto cayera en sus manos. Disipada en parte dicha duda si uno atiende, como ya hemos apuntado en las cuatro entradas anteriores de este especial, a los intereses estéticos del cineasta y la primacía de éstos sobre cualquier otra disquisición, no debería extrañar a nadie por tanto encontrar aquí uno de los puntos de menor interés de la filmografía del responsable de "Blade Runner" (id, 1982).

Una cinta que salvo algún apunte aislado, se deja leer de antemano hasta extremos asombrosos, carece de la capacidad de sorprender al espectador que, al menos a mi entender, debería ser estación de tránsito obligada del género, no plantea un desarrollo de personajes creíble si uno atiende a cómo éstos se nos presentan en los momentos iniciales del metraje y lo poco reseñable a lo que hacía referencia al comienzo del párrafo se adscribe a la descripción, más o menos acertada, de los dos mundos tan diferentes a los que éstos pertenecen. No obstante, incluso en éste último apartado los planteamientos del guión de Howard Franklin, Danilo Bach y David Seltzer carecen de sutilezas o visos de originalidad, y tanto el escalón en el que se encuentra Tom Berenger, un policía de Queens, como aquél en el que habita Mimi Rogers, el de la alta sociedad de Manhattan, son descritos de tal forma que el salto evolutivo de ambos es, como decía, de un enclenque que asusta.
En lo que a Scott respecta, las soluciones que el cineasta aporta al transcurso del filme no están ni a la altura del betún de lo que le habíamos visto anteriormente ¿véis? si antes digo lo de comparar a cualquier cinta suya con sus dos mejores títulos… y la disolución de cualquiera de los limitados planteamientos de los que echa mano en la mediocridad de que hace gala el metraje de principio a fin sirve de justificante, qué duda cabe, del pésimo funcionamiento en taquilla con el que la cinta pasó por los cines, quedándose más o menos a siete millones de cubrir los 17 de presupuesto con los que contó y colocándose como la tercera película del director que peor trato ha recibido por parte del público.
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Que opina? Ciencia-ficción: La invasión de los ladrones de cuerpos, de Don Siegel - 05/09/2013 3:42:37

" No comprendieron que el filme trataba sobre ellos mismos: sólo eran legumbres vivientes.
Don Siegel
Si bien mi compañero Alberto seguirá ofreciéndoos durante un tiempo diversos acercamientos al cine de ciencia-ficción de la década de los cincuenta, "La invasión de los ladrones de cuerpos" ("Invasion of the Body Snatchers", Don Siegel, 1956) sirve al que esto suscribe como última estación del género en la que me detendré antes de entrar en los dos siguientes lustros. Y no podía hacerlo de otra manera que no fuera acercándome con gran respeto y mayor fascinación, a una de las obras maestras por antonomasia del género de ciencia-ficción que nos ha legado el séptimo arte; un filme adscrito a las muchas parábolas de carácter anti-maccarthysta que tantos demonios exorcizaron durante aquellos convulsos diez años y que, con maestría y coherencia extremas, transita durante sus precisos 80 minutos desde el cine fantástico al campo de la ciencia-ficción, caminando por las veredas del thriller y culminando su viaje en las muy aterradoras fronteras de las horror movies.
Serializada originalmente en 1954 en el "Colliers Magazine", "The Body Snatchers" servía al escritor Jack Finney para plantear una peculiar historia de invasiones extraterrestres que en su formulación ya había quedado previamente configurada en ese pequeño clásico del cine de ciencia-ficción de los años cincuenta que es "It Came from Outer Space" (id, Jack Arnold, 1953): construido sobre un texto de Ray Bradbury, el planteamiento de la suplantación mediante perfectos duplicados era la base sobre la que se desarrollaba un filme que, por las razones que fuera, no llevaba la idea hasta las últimas consecuencias que aquí sí se alcanzarán por mano de la alegoría mediante la que se postula el libreto de Geoffrey Homes.
El novelista, que tuvo la desdicha de figurar entre aquellos que formaron parte de las listas negras elaboradas por el comité del senador McCarthy y que firma aquí bajo seudónimo inyecta al relato original unas resonancias metafóricas planteadas pero no explicitadas en el texto de Finney, encontrando el libreto en la singular fuerza de las imágenes de Don Siegel el apoyo último para servir como vehículo de denuncia acerca de la caza de brujas, acrecentando el expresionista carácter de las composiciones que vemos a lo largo del metraje el paranoico talante de la narración que, sobre el esquema de la historia serializada y las primigenias intenciones de director y guionista, se encontró la imposición un prólogo, una voz en off narradora y un epílogo que acotan el grueso de la trama.
(Pequeños, sí, pero spoilers a fin de cuentas) Ésta arranca, pues, introduciéndonos a un fuera de sí Miles Bennell, doctor en una pequeña población llamada Santa Mira que, de regreso de un congreso, comienza a notar extraños comportamientos en sus pacientes de siempre, sospechando que algo está pasando en el pueblo que lo vio nacer cuando algunos de ellos le trasladan que sus parientes cercanos padres, madres, tíos no son los que eran. El escepticismo inicial ante tales actitudes será apoyado por la búsqueda de una explicación lógica y científica que las justifique, que dará paso finalmente a que el personaje interpretado espléndidamente por Kevin McCarthy descubra horrorizado que el pueblo está siendo tomado poco a poco por copias exactas de sus conciudadanos y que el origen de todo proviene de unas extrañas vainas capaces de clonar a cualquier criatura viviente. (Fin spoilers)
Cuando rueda "La invasión de los ladrones de cuerpos", Don Siegel no era considerado más que un eficaz artesano firmante de una significativa ópera prima titulada "The Verdict" (id, 1946), protagonizada por Sydney Greenstreet y Peter Lorre, que después se había entretenido en irregulares producciones de diversos géneros. Pero tal percepción acerca de los talentos cinematográficos del cineasta cambiaría radicalmente con las potentes propuestas visuales que el director lograría poner en pie en uno de los títulos más significativos de su trayectoria.
Y como mejores ejemplos de lo que Siegel consigue a lo largo del metraje de este filme, valgan dos ejemplos que ilustran a la perfección tanto el talento vertido por el cineasta como el motivo por el cual esta pequeña producción de serie B, cuyo presupuesto final fue de unos modestísimos 382.000 dólares, siempre seguirá teniendo la consideración de pilar fundamental para la precisa comprensión de la historia de la ciencia-ficción en el séptimo arte.
(Si antes eran pequeños, ahora los spoilers serán considerables) Habiendo creado un clima de tensión cada vez más insoportable, la cinta va centrando su atención de forma paulatina en los personajes de Miles y Becky, interés amoroso del doctor, los únicos que se resisten a ser suplantados y que, en última instancia, se convertirán en objeto de una incesante persecución por sus antiguas amistades y conocidos, que no pueden permitir que nadie escape del pueblo para poder avisar de lo que allí está sucediendo. Logrando burlarlos al amparo de una antigua mina, Miles se separa momentáneamente de Becky creyendo escuchar el canto de voces humanas, un mero espejismo que, a su regreso, le reserva el mayor de los horrores, la transformación de su amada.
No he explicado que la clonación por parte de las semillas espaciales, esas vainas diseñadas con gran imaginación por parte del equipo artístico del filme, depende en última instancia de que los clonados descansen en brazos de Morfeo, aunque en el filme nunca se nos explique que pase con los originales en el relato original ésto se resuelve convirtiéndolos en polvo. Y si hasta el momento en el que nos encontramos, la cinta ha mostrado el proceso de transformación como algo paulatino, la decisión de Siegel de cara a la escena que nos ocupa deja al descubierto ese horror al que ya he hecho más de una referencia durante la entrada: engarzando de forma magistral planos y contraplanos de ambos personajes, el director usa la elipsis de una forma asombrosa para que el paso de humano a copia tenga lugar en un cerrar y abrir de ojos, siendo el espectador consciente de lo que acaba de suceder gracias la combinación entre lo expresivo del rostro de McCarthy y la inexpresividad del de Dana Wynter y a un montaje que sólo puede ser calificado de virtuoso.
Heredera directa de esta secuencia, es aquella que precede al epílogo y que, en el montaje inicial de Siegel era desazonadora conclusión de la cinta: abriéndose con un picado sobre la autovía que circunda Santa Mira, Siegel sigue al doctor Benell mientras trata de avisar a los incautos conductores del peligro que les acecha tras descubrir que uno de los camiones que casi lo atropella lleva en su parte trasera un cargamento de vainas destinadas a expandir esta "epidemia" incurable. La alternancia entre planos generales, medios y primeros planos del desencajado semblante del personaje central siguen sirviendo a la cinta para sembrar el pánico y el terror en el espectador por muchos años e incontables visionados que hayan transcurrido desde su estreno.
No cabe duda de que esta conclusión, que se apartaba totalmente del forzado happy ending imaginado por Finney en su relato, servía muchísimo mejor a los propósitos de Siegel y Homes que el que Allies Artists y Walter Wanger, productora y productor, obligaron a filmar al cineasta cinco meses después de la finalización del rodaje, un final bastante más complaciente con el público que, no obstante, no es capaz de restar eficacia a la pesadilla en la que hemos estado inmersos y que tanto capturará la imaginación de posteriores generaciones de cineastas que llegarán a rodarse hasta tres tratamientos diferentes sobre la idea, siendo el mejor de todos ellos aquél que ocupará este espacio una vez lleguemos en el ciclo a la década de los setenta.
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"La invasión de los ladrones de cuerpos", obra maestra de la ciencia-ficción
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La noticia Ciencia-ficción: La invasión de los ladrones de cuerpos, de Don Siegel fue publicada originalmente en Blogdecine por Sergio Benítez (http://www.blogdecine.com/autor/Sergio%20Ben%C3%ADtez).

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Es Noticia, James Gray dirigirá White Devil, sobre la mafia china en Boston - 09/08/2013 19:16:41

" Aún no sabemos cuándo podremos ver su última película pero James Gray tiene un nuevo proyecto entre manos que pinta muy bien. Tras el tibio recibimiento cosechado en el festival de Cannes con "The Immigrant" (2013) el cineasta acabó muy molesto con una parte de la prensa, Gray ha encontrado en Warner Bros. la oportunidad de seguir demostrando su innegable talento.
El estudio le ha contratado para que se ocupe del guion y la dirección de "White Devil", un drama ambientado en el mundo de la mafia china en Boston. Al parecer, la historia está basada en la vida de un hombre conocido como "White Devil John", se centrará en cómo un muchacho estadounidense adoptado por una familia china llega a escalar hasta la cúspide de la organización criminal… Teniendo en cuenta la destreza de Gray en este género, el interés es máximo, esperemos que haya suerte y puede rodar cuanto antes. De momento no hay más nombres en el proyecto pero es de esperar que Joaquin Phoenix, su actor fetiche, acabe en el reparto.
Además de "White Devil", el director prepara la adaptación de "The Lost City of Z", una novela de David Grann, el thriller de acción "The Gray Man" y una historia de ciencia-ficción sin título. Pero lo primero es lo primero: ¡que se estrene ya "The Immigrant"!
Vía | ThePlaylist

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Que opina usted? La mejor oferta, la tentación oculta - 06/07/2013 10:02:50

" El restaurador Virgil Oldman (Geoffrey Rush) lleva una vida meticulosa y previsible. Cuando la rica y misteriosa heredera Claire (Sylvia Hoeks) le encargue una extraña restauración de una casa magnífica que ha heredado tras el fallecimiento de sus padres, Oldman se sentirá fascinado por la joven, que al parecer no ha salido desde hace más de una década de su habitación, en la que vive encerrada por razones extrañas.
Giuseppe Tornatore, al que entrevistamos, firma este éxito del cine italiano rodado en habla inglesa, como tantas otras producciones recientes europeas, y el resultado es bastante estimable. Si tenemos en cuenta que el thriller modélico suele adaptarse a las modas más o menos imperantes, "La mejor oferta" (La migliore offerta, 2013) es al menos una refrescante variable a ese esquema.
¿Qué elementos son más sugerentes de esta intriga ambientada en el mundo del arte? Ciertamente ese mundo, descrito con pereza y algo de sorna como uno de snobs, no es el que más parece motivar las intenciones del cineasta italiano. No es su película, ni lo pretende, un comentario, ácido o amable, sobre el mundo del arte dado que todo está guiado por la agradable interpretación de Geoffrey Rush, en un registro permanentemente encantador, torpe y finalmente incluso conmovedoramente patético.
Pero, sin embargo, lo interesante es como Tornatore hace de la subjetividad el centro de su relato, sin que esta decisión de guión, en mi opinión lo más acertado por como está expresado en la dirección que toma la película, haga a la película derivar hacia los terrenos truculentos y se llene la pantalla de cadáveres.
Es tentadora la opción de pensar en el cine de Alfred Hitchcock, pero es un referente que se sortea, al ser esta más una historia de como la desconexión de una persona común, ajena a todo cuanto se parece al sentimiento real puede estar convencida de haber encontrado lo verdadero. Y en ese sentido, la película se mueve muy bien con dos registros interpretativos de los personajes secundarios.
Por una parte, un adecuado y convincente Jim Sturgess encarna a un personaje obsesionado con un autómata que va reconstruyendo, pero no habrá regocijo para los amantes de la ciencia ficción porque esto es apenas un aderezo argumental sin que tenga mayor peso en la trama que el del feliz despiste. Por otra parte, Sylvia Hoeks es un convincente objeto de deseo, basculando entre la fragilidad y la inteligencia sibilina, dando relieve a un personaje con muy poco tiempo en la pantalla.
Sorprendente y agradablemente estructurada, esta historia de amor contiene lo que posiblemente sea el más certero de los finales felices para un personaje que acaso ha encontrado en su reciente amor por el sentimiento verdadero una feliz paradoja: que su única verdad no sea más que instante que brotó accidentalmente de una gran mentira.

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